"Un millón de personas aclamó..."

Le felicito por la información que aportó su diario el martes 7 de junio, en la página 19. Me refiero al mapa de las calles de Madrid ocupadas por los manifestantes del sábado anterior, y los criterios por los que la policía cifró en 240.000 el número de participantes. Si se conocen con exactitud los metros cuadrados de espacio y se aplica la relación de cuatro personas por metro cuadrado, la cifra resultante es la máxima posible, sobre todo en invierno, que hace frío y no viene mal arrimarse. En tiempo de calor, con mucha dificultad.

Por razones profesionales tuve noticia de estos criterios de cálculo. Editaba yo un libro titulado Enseñanza católica para una generación, cuyo autor era Javier Domínguez Martín-Sánchez, jesuita. La familia del autor vivía en una de las esquinas de la plaza de Oriente, y tuvo que contemplar varias veces aquellas concentraciones-actos de homenaje, en las que siempre "un millón de personas aclamó ayer a S. E. el jefe del Estado...". Javier Domínguez cogió un día el metro y midió cuántos metros cuadrados totales tenía la plaza de Oriente, setos incluidos. Aplicó la relación cuatro personas por metro cuadrado, y en la plaza de Oriente no cabían más de 125.000 personas. Pero sus periódicos siempre decían "un millón". Así lo cuenta en el libro, que ya está agotado y fuera de catálogo.

Desde entonces, cuando voy a una manifestación, hago yo mis cálculos y casi siempre me acerco a la estimación de la policía.

El señor Rajoy puede reclamar lo que quiera, que ahora reclaman hasta la luna. Pero decir que la manifestación del sábado es "la mayor que se ha celebrado en España desde la transición" no se puede decir sin acudir a los criterios de la plaza de Oriente. Y no parece tener años ni talante de eso.