Quintana dice que Fraga le habría enviado a la cárcel hace 30 años

Anxo Quintana replica un día sí y otro también a las andanadas verbales que le lanza el presidente de la Xunta, Manuel Fraga. Las puyas evidencian, a juicio del cabeza de cartel del BNG, la preocupación del candidato de los populares por la posible pérdida del poder. "Y como está nervioso y estamos en 2005, me manda ao carallo. Hace 30 años me habría enviado a la cárcel", ironizó ayer en Pontevedra.

Pontevedra, la tierra natal de Mariano Rajoy, es la joya de la corona para el BNG. La única capital gallega con alcalde nacionalista, Miguel Anxo Fernández Lores, que gobierna en coalición con los socialistas desde 1999. En el teatro Principal, ante medio millar de personas, el regidor anunció que a partir del 19 de junio se exportará "el modelo Pontevedra" al resto de Galicia, que describió como el que respeta "la democracia de los ciudadanos" y no "la de los consejos de administración", en alusión a la batalla capitaneada por el gobierno municipal para lograr el traslado de la fábrica de celulosas Ence, ubicada junto a la ría pontevedresa.

En el mitin, Quintana colocó la gestión en Pontevedra como ejemplo del modelo de gobierno del BNG. "De lo que tiene miedo Fraga es que yo acabe con el caciquismo y haga lo mismo con Galicia que lo que hicimos en Allariz o Pontevedra", señaló antes de abordar las deficiencias del sistema sanitario.

Por la mañana, Quintana escuchó en un hotel de Lugo quejas sobre los problemas de la sanidad, verbalizadas por un grupo de 25 mujeres. Varias participantes relataron sus experiencias negativas en la atención ginecológica (falta de anestesia epidural, prohibición de acompañamiento durante el parto), en el área de rehabilitación y en la citación de la atención especializada.

La sanidad-negocio del PP

Después cesaron las quejas y escucharon las propuestas del candidato del BNG en materia sanitaria dirigidas a liquidar "la idea de la sanidad-negocio del PP". "Mi compromiso es revertir la política de acoso y derribo a la sanidad pública", comenzó Quintana, tras recordar que Galicia figuraba a la cola del Estado en el porcentaje de satisfacción de los usuarios del sistema sanitario.

Para cambiar la situación hace falta dinero, y el Bloque considera que la negociación del traspaso competencial de la sanidad a la Xunta, en 1990, se realizó con cifras raquíticas, que deben ser renegociadas con el Gobierno. "Se deben tener en cuenta criterios específicos, como una población de 2,7 millones de habitantes que se distribuyen en 35.000 núcleos de población" expuso su portavoz nacional. Junto a la diseminación demográfica, el otro factor que condiciona la asistencia sanitaria en Galicia, en opinión del nacionalista, es el envejecimiento de la población, que genera una mayor demanda sanitaria.

Pero también la gestión requiere cambios, según Quintana, que se mostró partidario de utilizar los recursos al cien por cien. "No pueden estar cerrados, tenemos que optimizarlos", señaló. En su programa, que incluye un plan de lucha contra las listas de espera, defiende el funcionamiento durante las 24 horas, de lunes a domingo, de los servicios sanitarios siempre que sean necesarios para aligerar las esperas de los usuarios y la creación de una carta de derechos y deberes de los ciudadanos.