El PSOE concluye que el Gobierno de Aznar manipuló los datos del 11-M por interés electoral
La presentación de las conclusiones de la comisión de investigación de los atentados del 11-M (191 muertos y 1.500 heridos) reafirmó ayer el abismo sobre la interpretación de qué pasó antes y después de la matanza que separa al PP del PSOE y del resto de los partidos. La mayor discrepancia estriba en que donde la mayoría ve descoordinación de las fuerzas de seguridad, los populares lanzan la sospecha de que, si hubo avisos y datos premonitorios, quizás las fuerzas a su mando decidieron entonces, "deliberadamente, no hacer nada".
Pero hay más. Donde los socialistas ven "infravaloración de la amenaza" islamista, los populares subrayan que lo tenían todo controlado. Si los socialistas, al igual que el resto de grupos parlamentarios, acusan al anterior Gobierno de "manipulación" de la información sobre las pesquisas que le daban las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (FCSE) "por interés electoral", los representantes del PP dicen que "algunos partidos y medios de comunicación" hicieron campaña para desacreditarle. Los indicios que ve el PP de la relación de ETA con la matanza no los ve ningún partido más.
El presidente de la comisión ve imposible un acuerdo político, pero intentará un pacto sobre las medidas a adoptar
El PP sugiere que las fuerzas a su mando no investigaron "deliberadamente" la trama asturiana de los explosivos
Los populares insisten en que hay que seguir investigando una posible relación de ETA con los atentados del 11-M
Las conclusiones del PSOE, Izquierda Unida, ERC, PNV y CiU presentadas ayer son de contenido similar. En todas se recoge la descoordinación policial, los manejos de la información del Gobierno de José María Aznar y la inexistencia de datos sobre una posible conexión de ETA. Las diferencias entre ellos son leves, mientras que con las del PP son enormes.
Todos han dividido prácticamente igual sus textos de conclusiones: una sobre los avisos previos a la matanza y qué se hizo con ellos; otra que analiza qué se hizo entre el 11 y el 14 de marzo (día de elecciones); una tercera sobre la autoría y el objetivo de los terroristas y una final sobre qué hacer en el futuro para mejorar la seguridad, atender a las víctimas y las comisiones de investigación.
No le dio importancia
Las primeras diferencias surgen del arranque. Los socialistas desgranan los avisos que el Gobierno recibió y las investigaciones previas al 11-M -sobre los que luego resultaron ser autores materiales- que no dieron resultado. A su juicio, no fue posible parar la matanza ni conocer sus preparativos debido a la "parcelación de las investigaciones", a "la ausencia de puesta en común de informaciones" y a que "España no tenía con medios suficientes".
Nada que ver con lo que piensa el PP, que siembra la sospecha sobre la Guardia Civil y la policía de Asturias, que estaban bajo su mando y condecoró. Los populares escriben: "Llama la atención que, con el cúmulo de indicios existentes, no se hubiera llevado a cabo una investigación más exhaustiva que hubiese podido desbaratar la operación de tráfico de explosivos" usados en la matanza. Y recapitulan: "Al margen de la inexistencia de coordinación dentro de la Guardia Civil, entre la UCO [Unidad Central Operativa] y las unidades de Asturias, y entre las comandancias de Gijón y Asturias, la pregunta que se plantea es: ¿por qué no se empleó una mayor diligencia? Y es inevitable que se suscite la sospecha: ¿se quiso deliberadamente no hacer nada?".
El PP, en otro punto, alaba el trabajo de las FCSE, pero cree necesaria "una investigación más profunda para determinar si hubo irresponsabilidad o negligencia de algún miembro concreto de las FCSE en relación con la detención de los movimientos logísticos que permitieron los atentados, como por ejemplo, el tráfico de explosivos". No se menciona responsabilidad alguna del Gobierno que mandaba la fuerza y afirma que no supo nada de las pesquisas.
El PSOE subraya que el Gobierno de Aznar "no dio la suficiente importancia" a los avisos de policía, Guardia Civil y CNI sobre el aumento del peligro de atentado islamista, sobre todo tras el de Casablanca, la participación de España en Irak y la amenaza directa de Bin Laden. "No adoptó antes del 11-M la política de impulso a la lucha contra el terrorismo islamista que exigía ese nivel de riesgo", es decir, hubo "una clara infravaloración de los riesgos". El PP replica que sí "se tomó en serio la amenaza terrorista islámica", pero que no tuvo "el apoyo de la oposición". Por ello, la acusación de que el anterior Gobierno "había incurrido en imprevisión para responsabilizarle de los atentados del 11-M siempre careció de fundamento".
En la segunda parte, ambos partidos se acusan de manipulación. Los socialistas cargan sobre Ángel Acebes, ex ministro del Interior, quien "deformaba los datos que recibía y los hacía llegar sesgadamente a la ciudadanía, induciéndola a pensar que había sido ETA", ya que "por razones de interés electoral, el Gobierno manipuló y tergiversó los datos que iba recibiendo de la policía", para que la ciudadanía no "asociara la masacre de Madrid con la guerra de Irak".
Al PP, que niega relación entre el atentado e Irak, le pareció lo contrario. "Ha quedado acreditado que el Gobierno del PP no sólo no mintió ni ocultó información sino que trasladó en tiempo real toda la que disponía". A su juicio, "algunos partidos y medios de comunicación iniciaron una campaña" para convencer a los ciudadanos "de que el Gobierno había mentido". Eso, para los populares, significa que "se instrumentalizó la mayor masacre de la historia de España con fines electorales".
La mentira, según todos los partidos menos el PP, era la imputación a ETA del atentado. Pero para los populares, aún es posible que ETA aparezca por alguna parte en el 11-M, atentado del que ignoran "quién es el autor intelectual, quién lo decidió, quién escogió la fecha y quién coordinó y organizó la masacre". Ésta, creen, fue organizada por alguien que quería "desalojar al PP del poder y provocar un cambio de rumbo en la política interior y exterior de España". A su entender, hay que seguir investigando las conexiones entre ETA y el terror islamista. Los socialistas, por el contrario, titulan un capítulo Los criminales son terroristas islamistas y no tienen ninguna relación con ETA, donde concluyen: "Ni un dato de la investigación judicial (...) indicó en ningún momento que ETA tuviera nada que ver con los atentados".
El presidente de la comisión, Paulino Rivero, daba ayer por descontado que no habría acuerdo sobre las valoraciones políticas con el PP. Aun así, intentará un pacto antes del 22 (día en que la comisión elaborará el dictamen) "sobre las medidas para mejorar la seguridad ante el terrorismo y sobre cómo mejorar el funcionamiento de las comisiones de investigación".
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