La Fundación Bertelsmann apoyará nuevas bibliotecas y escuelas primarias

Liz Mohn es una mujer activa que participa con fuerza del mundo empresarial y que es en la actualidad la única representante femenina del Club de Roma. Miembro del Consejo de Administración de Bertelsmann, uno de los grandes imperios de comunicación, y de la presidencia de su Fundación, Liz Mohn pasó por Barcelona para impulsar dicha institución, establecida en España desde hace 10 años.

"Pienso que en el área de las bibliotecas hemos establecido en estos años en España una red y hemos adquirido unos conocimientos que nos van a ayudar mucho en el futuro", manifestó. "Haremos lo posible para fomentar la lectura y para ayudar a los jóvenes a situarse en la sociedad". La Fundación Bertelsmann tiene proyectos en varias ciudades, bibliotecas y escuelas primarias y ahora, cuando van a cumplirse 10 años de su existencia en España, se plantean aumentar su actividad. "Somos la fundación más grande de Europa y no podemos quedarnos de brazos cruzados", comenta Liz Mohn.

Acompañada del presidente de la Fundación Berstelmann de Alemania, Heribert Meffert, pasó revista a las distintas actividades que realizan en España y recordó que ya hace 15 años que impulsaron en Mallorca, isla donde pasan largas temporadas, la biblioteca de Can Torró, en Alcúdia. "Hace ya más de 30 años que tenemos casa en Mallorca", declaró, "y aprecio mucho la cultura y la mentalidad española".

A través del Círculo de Lectores, empresa del grupo creada en España en 1962, Bertelsmann lleva ya mucho tiempo relacionada con este país. También está presente en España a través de las editoriales Areté, Debate, Debolsillo, Electa, Grijalbo, Lumen, Plaza y Janés, Rosa dels Vents, Montena y Beascoa. Esta relación quedó refrendada en 1998 con la concesión del Premio Príncipe de Asturias a Reinhard Mohn, número uno del Grupo Bertelsmann, y con el encuentro en 1988 con la Fundación Santillana para tratar temas comunes entre Alemania y España.

"Reinhard Mohn era un empresario de éxito cuando decidió crear la fundación en Alemania", explicó Meffert. "Su lema era y es 'la propiedad obliga', y siempre ha tenido interés en hacer más efectiva la gestión pública y en mejorar la enseñanza, el interés por la lectura y la inserción de los jóvenes en el mundo laboral". Esta fundación europea ha insistido en los últimos años en dinamizar su intervención en la sociedad a través de las llamadas "fundaciones comunitarias" y en fomentar el aprendizaje de la lectura de los más pequeños.

Los índices de lectura están bajando en muchos países: "Es cierto que esto está pasando, pero nosotros trabajamos mucho para el fomento de la lectura, queremos enseñar a los niños el placer de leer. Hace 10 años, en Egipto, donde hemos creado una gran biblioteca, me comentaron que un 67% de los egipcios no podía leer. Por eso insistimos en fomentar la lectura. Hay que encontrar nuevas formas de incentivar la lectura. Pienso que los niños que sólo miran televisión no aprenden a participar en la sociedad. Son sólo seres pasivos".