La larga guerra legal del gigante de la informática
Los accionistas de Microsoft no ven la hora de que los ejecutivos de la empresa pongan fin de una vez por todas a la retahíla de batallas legales abiertas por su dominio aplastante del mercado de los programas informáticos y que le están obligado a realizar importantes desembolsos. Entre los más sonados destacan los 1.600 millones de dólares (más de 1.300 millones de euros) pagados en abril de 2004 a Sun Microsystems -tras un pacto extrajudicial- y los 536 millones que desembolsó en noviembre pasado por la misma vía a Novell.
No fueron acuerdos casuales. Microsoft consiguió convertir a las dos compañías enemigas en aliadas en su larga batalla legal con la Comisión Europea, que arrancó precisamente en 1998 fruto de una denuncia de Sun Microsystems. Esto le permitió, además, forjar un pacto sorpresa con la Asociación de la Industria Informática y de Comunicaciones -integrada entre otros por Yahoo! y Oracle- por el que la patronal abandonó su intención de llevar ante la Corte Suprema el acuerdo alcanzado con el Gobierno de EE UU para poner fin a sus prácticas monopolíticas.
Los desembolsos realizados por Microsoft a sus rivales desde el pacto con el Departamento de Justicia, en noviembre de 2002, ascienden así hasta los 3.500 millones de dólares. El gigante de Redmon resolvió a golpe de billetera las denuncias por abuso de posición dominante con otro de sus rivales. Junto a los dos casos mencionados antes, están los 440 millones a favor de InterTrust y los 750 millones pagados a America Online. En abril pagó 150 millones al fabricante de ordenadores Gateway. Además, están las compensaciones desembolsadas a los consumidores estadounidenses en los 14 Estados del país cubiertos por el pacto con el Gobierno, que se produjo cuando el presidente George Bush iniciaba su primer mandado.
Los problemas legales de Microsoft comenzaron en 1990 a raíz de una investigación abierta por las autoridades estadounidenses y a las que se sumaron después las de la UE.
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