Nuevas alternativas para cofradías y empresas privadas

La cofradía de Lira-Carnota es una de las más claras avanzadillas de la nueva gestión de las zonas costeras. Los propios cofrades han pedido a la Xunta la declaración de una reserva integral para la recuperación de los bancos costeros. "Queremos acotar dos zonas de pesca cero como zona de reproducción, y otra más amplia, de unas 1.200 hectáreas, de pesca restringida", explica Emilio Louro, secretario de la cofradía. "Es la primera iniciativa en Europa en la que los propios profesionales del sector se convierten en gestores medioambientales". En este proyecto colabora la Facultad viguesa de Ciencias del Mar, cuyo vicedecano se felicita porque "antes las cofradías no venían a consultar, y ahora estamos colaborando con ésta, con las de Aldán, Cangas, La Guardia...".

En Lira, además, funciona desde 2001 la empresa Lonxanet, que pone a la venta los productos de esta lonja y otras seis en Internet. "Hemos llegado a vender el cien por cien de lo que llegaba a la lonja", calibra Louro. Venden "hasta en las Baleares, con la confianza de que el consumidor sabe que el producto va directo de la lonja a la mesa".

Un día de pesca real

Para rematar, comenzaron el año pasado un proyecto de turismo pesquero con un barco. Este año han incorporado otros tres. "El turista sale con nosotros a un día de pesca real. Eso es bueno para que se conozca nuestra labor y para la autoestima del patrón, que así se convence que ese trabajo tan duro que hace tiene mucho valor", cuenta Louro.

La innovación también se apoya en las grandes empresas, como Pescanova. Su presidente, Manolo Fernández, explica por correo electrónico que su empresa desarrolla líneas de investigación que van desde el estudio de fondos marinos a la flora microbiana, pasando por prospecciones arqueológicas submarinas y estudios sociolaborales sobre las poblaciones en las que se asientan sus instalaciones. Y, por supuesto, todas las que afecten a los cultivos de rodaballo, lenguado, dorada y lubina para sus criaderos en Galicia. Con 122 barcos faenando en todos los océanos, Pescanova da empleo directo a 1.043 personas, mientras que, en Galicia, más de 2.100 se benefician del empleo indirecto.

La apuesta de futuro de esta multinacional de la pesca pasa por las empresas participadas con otros países: "Pescanova, ya desde sus primeros años, ha optado por el establecimiento de sociedades mixtas en los países ribereños en los que lleva a cabo su actividad pesquera", dice Fernández, "ya que considera que es la mejor y única opción para un desarrollo sostenido, tanto de la actividad pesquera en sí como de la industria de transformación de las capturas en productos de valor añadido". Esas empresas, con capitales de Argentina o Namibia, permiten tanto que los barcos gallegos faenen en caladeros extranjeros como que esos países modernicen sus sistemas de extracción. Quid pro quo.