Tebeo de artes marciales

Un diseño de producción y unos efectos especiales magníficos, más un montaje ultrarrápido, pueden componer un tráiler demoledor pero también pueden terminar constituyendo una película mortalmente aburrida. Esto es lo que le ocurre a Kung Fu Sion, parodia del cine de artes marciales con tono de tebeo, que sólo funciona durante media hora.

Hay que reconocer a Stephen Chow las aptitudes para rodar escenas de acción. Su delirio cómico, con homenajes a El resplandor, Gangs of New York, Reservoir dogs, la serie Bola de dragón, los dibujos de la Warner y el cine de artes marciales, ejerce por momentos un gran poder de fascinación que pronto decae por una historia que sólo vive de la reiteración. Por otro lado, la decisión de doblar las distintas modalidades del chino como si se trataran de acentos catalán, gallego, argentino, andaluz, mexicano o cheli madrileño no puede ser más cuestionable. Escuchar a un hongkonés gritando "¡pinche, cabrón!" no es más que un síntoma de que una cosa es no tomarse en serio Kung Fu Sion y otra que todo sea lícito para contentar al público.