Paz y libertad

Recordaba el filósofo del lenguaje y pacifista Betrand Russell que el uso de las palabras nunca es inocente.

Que no da igual usar unos términos que otros, pues, decía Russell, se empieza escogiendo los términos equivocados y se acaba equivocando los conceptos. Por ello, contar las palabras de un texto dice mucho de su significado. Así, mientras la palabra "paz" aparece al menos 13 veces en el artículo de Elorza, Zabaleta e Itxsaso (EL PAÍS, 31-5-2005), la palabra "libertad" lo hace sólo dos. Lo cual no deja de ser curioso, pues si la libertad de muchos o todos los vascos no ha dejado de estar amenazada y coartada ni un solo día del siglo pasado y lo que va de éste (y abolida durante el franquismo), la paz sólo estuvo ausente, allí y en el resto de España, durante la Guerra Civil.

No hay más que pasearse por las calles de la ciudad de la que Elorza es alcalde para percatarse de que en ellas hay paz, y no hay más que ir a un quiosco del bulevar donostiarra para ver cómo sólo los diarios filonacionalistas están a la vista, mientras que los quiosqueros guardan escondidos EL PAÍS, El Correo, Abc, etcétera, hay que pedirlos. ¿Por qué entonces Elorza menta la paz seis veces más que la libertad?

Es posible que Elorza favorezca el uso de una palabra, paz, sobre otra, libertad, sin darle mucha importancia, como si fueran equidistantes. Pero también es posible que esa elección terminológica refleje una jerarquía conceptual determinada que, preocupantemente, se asemeja a la de los responsables de la falta de libertad, ¿o es que acaso es casualidad que Otegi saliera de la cárcel hablando del "proceso" de paz sin mentar el hecho de haber estado dos días privado de libertad? ¿Por qué tanta insistencia en hablar de y reclamar la paz allí donde no hay guerra alguna?

20 años antes del orwelliano 1984, en 1964, el franquismo celebró lo que la dictadura llamó 25 años de paz. Más de 20 años de paz nacionalista en el País Vasco y, como en la Animal farm de Orwell, todos los vascos son iguales, aunque, como diría Orwell, unos lo son más que otros.