Méndez reclama un esfuerzo para recuperar la política industrial
En el amplio discurso del presidente del Gobierno, sólo hubo un aspecto que Cándido Méndez echó en falta: la referencia a la política industrial. El secretario general de UGT se refirió a este olvido en su primer discurso ante la asamblea de delegados, apenas una hora después de que José Luis Rodríguez Zapatero abandonara el Palacio de Congresos de Madrid. "Es un tema sobre el que me habría gustado oír a Zapatero", destacó.
Como muestra de la importancia de esta política, Méndez indicó que más del 65% del déficit comercial que soporta España proviene de la industria. Ese desequilibrio pone en peligro 300.000 empleos potenciales que no se crearán a menos que remedie este problema. La receta es contundente: "Reforzar la base industrial del país". Al hilo de esta reflexión, Méndez esbozó una de las pocas propuestas que suscitó los aplausos del auditorio: exigir a las autoridades españolas y europeas que garanticen que los productos importados se fabriquen con garantías de seguridad y de respeto a los derechos de los trabajadores que los elaboran.
Más allá de esta sugerencia, Méndez lanzó un reto a los miembros de su organización: que sean capaces de atraer a los inmigrantes y defender sus derechos laborales. "Recuerdo que hay 700.000 inmigrantes que están esperando a las organizaciones sindicales. Estamos en la obligación de ir a buscarlos a los centros de trabajo, no esperar a que vengan".
Cambios en las prestaciones
Méndez recogió el mensaje de Zapatero referente a las pensiones y reconoció la necesidad de "adaptar algunas figuras del sistema de pensiones, como las de viudedad", unas prestaciones que previsiblemente sufrirán un recorte en los próximos años para adaptarlas a la nueva realidad española. En cambio, el responsable de UGT abogó por mejorar otras pensiones, como las mínimas, y por regular la situación en la que quedan los prejubilados.
Como reflexión general, Cándido Méndez abogó por una reorientación en el modelo de crecimiento económico, "que tiene los pies de barro y no tiene garantizada la viabilidad". El responsable de UGT reconoció que ha crecido el empleo, pero criticó su baja calidad y el escaso avance de la productividad. "Hay expectativas para encarar estos cambios con ciertas garantías", indicó Méndez con optimismo. Asimismo ensalzó la actitud del Ejecutivo: "Afortunadamente el Gobierno parece no estar para experimentos legislativos, ésa es una posición inteligente".
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