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39º CONGRESO DE UGT

Zapatero pide colaboración sindical para garantizar las pensiones hasta 2020

El jefe del Ejecutivo se compromete ante los delegados de UGT a acabar con el empleo precario

Lucía Abellán

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, aprovechó ayer la receptividad que halló en el 39º Congreso de UGT para lanzar un mensaje sobre la sostenibilidad del sistema de pensiones. Zapatero pidió colaboración para garantizar que las pensiones públicas sean viables al menos hasta 2020. "En el diálogo social debemos contribuir a que la fuerza del sistema de pensiones, hoy muy evidente, la dejemos cerrada también hasta 2020", advirtió Zapatero ante los 800 delegados de UGT que acogieron con entusiasmo los mensajes de su compañero (es afiliado al sindicato) y presidente.

El jefe del Ejecutivo desplegó un discurso desenfadado, con fuertes tintes sociales y alejado de lo institucional, que sirvió como punto de partida para el congreso de UGT, que el próximo sábado reelegirá como secretario general a Cándido Méndez. Sin papeles por delante y con una intervención plagada de interpelaciones a Méndez, Zapatero desgranó los cuatro grandes objetivos de su política laboral y social, muy aplaudidos por los congresistas. La acogida a sus palabras fue tan calurosa o más que la lograda hace tres años, cuando participó en el arranque del anterior congreso de UGT, entonces sólo como secretario general del PSOE.

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El primero de esos objetivos citados fue lograr un acuerdo para la reforma laboral. Una reforma que debe "conseguir mucho más empleo estable y combatir el empleo precario que esta sociedad no puede seguir manteniendo", clamó Zapatero ante los aplausos de los asistentes. El presidente prometió que no aplicará reformas sin el acuerdo de los agentes sociales. Este compromiso resulta muy pertinente cuando el Ministerio de Trabajo negocia con patronal y sindicatos las líneas maestras de la reforma laboral, y comenzará en breve los contactos para retocar el sistema de pensiones.

En el capítulo de empleo avanzó también que los datos de paro y Seguridad Social de mayo que se dan a conocer hoy resultarán mejores que nunca: "Me apuesto con cualquiera de los pesimistas que existen que va a ser el mejor mes de la historia en paro y en Seguridad Social", un mérito que atribuyó a trabajadores y empresarios.

Tanta o más importancia que la reforma laboral tienen para Zapatero la educación y la investigación. El presidente hizo un llamamiento al Partido Popular para que acuerde la reforma de la ley educativa y ensalzó la importancia de las humanidades en la enseñanza universitaria. El mayor énfasis recayó en la investigación, un capítulo para el que prometió "el mayor esfuerzo presupuestario que se ha producido nunca en el país". Para ello, anunció un plan de convergencia con participación pública y privada con el fin de que España "recupere el tiempo" y en 2009 se equipare a la media europea en tecnologías de la información.

Una de las propuestas mejor recibidas fue la promesa de construir el llamado cuarto pilar del Estado de bienestar, la ley de dependencia. Este proyecto, que creará una red social para atender al millón de personas dependientes que existen en España (esencialmente ancianos y discapacitados), "va a ver la luz este año", prometió el presidente. También para este reto reclamó la participación sindical, el diálogo empresarial y el apoyo de todos los grupos parlamentarios. "Debemos acercarnos a las familias que viven esa situación con angustia e inquietud", subrayó.

En un guiño a Cándido Méndez, que constantemente le recuerda la difícil situación que viven los prejubilados, Zapatero indicó que se está haciendo un esfuerzo en el diálogo social para mejorar la situación de este colectivo, expulsado del mercado de trabajo antes de la edad legal de jubilación.

Zapatero ofreció una razón por la que ha querido hacer de la igualdad el principal referente de su política: "Las sociedades más avanzadas, más cultas y con más bienestar son las que disfrutan de plena igualdad entre hombres y mujeres", un análisis que mereció la ovación de los asistentes. El presidente hizo mención expresa a la primera ley que aprobó el Consejo de Ministros, la ley contra la violencia machista, que debe proteger a las "mujeres que se sienten dominadas".

La igualdad la hizo extensiva a los inmigrantes y vinculó "buena parte del éxito futuro del país" a la capacidad para dar oportunidades de trabajo "a los seres humanos que vienen de fuera". Zapatero agradeció a los dos sindicatos mayoritarios, UGT y Comisiones Obreras, su colaboración en el proceso de regularización de inmigrantes. Ambas organizaciones son, a juicio del presidente, "un ejemplo en Europa por su proceso de modernización y su responsabilidad". A Comisiones Obreras, cuyo secretario general, José María Fidalgo, escuchaba en primera fila sus palabras, le recordó el "cariño" que siente por su organización. También asistió el presidente de la CEOE, José María Cuevas.

El presidente se comprometió también a elevar progresivamente la ayuda al desarrollo hasta representar el 0,5% del producto interior bruto (PIB) al final de la legislatura (ahora en el 0,3%) y el 0,7% en la próxima.

José Luis Rodríguez Zapatero acompaña a Cándido Méndez tras su intervención en la inauguración del congreso de UGT.
José Luis Rodríguez Zapatero acompaña a Cándido Méndez tras su intervención en la inauguración del congreso de UGT.GORKA LEJARCEGI

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Sobre la firma

Lucía Abellán
La redactora jefa de Internacional de EL PAÍS ha desarrollado casi toda su carrera profesional en este diario. Comenzó en 1999 en la sección de Economía, donde se especializó en mercado laboral y fiscalidad. Entre 2012 y 2018 fue corresponsal en Bruselas y posteriormente corresponsal diplomática adscrita a la sección de España.

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