Natalie, al natural
Natalie Imbruglia, aquella chica de pelo corto que cantaba a los amores rotos, se ha convertido en representante de L'Oréal Paris. Éstas son las claves del maquillaje de su nueva imagen, más madura, pero que sigue transmitiendo la misma naturalidad y serenidad.
Por el día sale a la calle en vaqueros y por la noche le gusta ponerse elegante con sobrios trajes negros. A la hora de maquillarse, Natalie Imbruglia opta por un look casual: natural, fresco y cómodo a la vez. Un estilo que armoniza con la filosofía de vida de esta australiana adicta a la meditación trascendental, que no come carne y que disfruta paseando con su perro cada mañana.
Tras sus comienzos como actriz de series juveniles, Natalie se convirtió en estrella del pop con una canción, Torn, y un vídeo que arrasó en 1997. En su faceta de cantante, acaba de presentar su último álbum, Counting down the days. En la de actriz, se le distinguía hace dos años entre el reparto de Johnny English, junto a Rowan Atkinson y John Malkovich. Hoy, recién casada con el cantante del grupo de rock Silverchair, Daniel Johns, es portavoz mundial de L'Oréal Paris, casa que nos presenta su nueva imagen y nos cuenta los secretos para obtener esta belleza tan natural como resplandeciente. Con una mirada que atrapa la cámara, no es fácil confundir a Natalie Imbruglia.
Frente al espejo
01 Empezar por el principio. Después de limpiar y tonificar, hidratamos la piel y a continuación extendemos con la yema de los dedos la base de maquillaje, masajeando desde el centro del rostro hacia el nacimiento del pelo, siempre en sentido ascendente. No es necesario maquillar el cuello, siempre y cuando hayamos elegido un color de maquillaje que coincida plenamente con el tono natural de nuestra piel.
02 Acabar con las zonas oscuras. El arma secreta de belleza es el corrector iluminador, un producto que consigue eliminar las ojeras y las rojeces típicas de las aletas de la nariz y disimular cualquier manchita o grano inoportuno. Es un producto imprescindible a la hora de unificar el tono de la piel, e incluso puede sustituir a la base de maquillaje. Además tiene un efecto óptico antifatiga que, aplicado directamente sobre las arrugas, disminuye su profundidad.
03 Modelar los pómulos. Con una brocha grande se extiende el colorete bien ceñido a la parte inferior del hueso del pómulo. Después se difumina hacia la oreja y por debajo para realzar de manera natural el volumen de las mejillas. Lo ideal es elegir un tono marrón suave que imite un claroscuro natural. Mejor olvidar los coloretes en tonos demasiado evidentes, como rosas o naranjas.
04 Esmerarse con la mirada. Debajo de la ceja se puede dejar el maquillaje base o ganar luz con un tono blanco o dorado, siempre muy suave y bien difuminado. Sobre el párpado móvil, un rosa nacarado va rellenando la zona desde el pliegue hacia el exterior. Ambas sombras deben fundirse en una. El juego de sombra y luz se produce al no distinguir los límites entre los distintos colores.
05 Máscara de pestañas. Es el toque insustituible que nos permite agrandar el ojo, moldear las pestañas y enriquecerlas con una dosis extra de tratamiento. En este tipo de maquillaje basta con una única capa de color, siempre en zigzag y aplicando desde la raíz hacia las puntas en movimiento ascendente.
06 Enfatizar los labios. Si aplicamos la barra de labios con un pincel apropiado podemos conseguir la boca de nuestros sueños. Para ello basta con corregir levemente la línea natural del contorno de los labios. Pero debe evitarse utilizar un lápiz perfilador, porque el efecto, además de poco natural, puede resultar chabacano.
07 Melena al aire. Lavamos el cabello con un champú neutro y lo dejamos secar al aire, trabajando los largos con espuma de fijación. Si tenemos prisa podemos secar con un difusor para conseguir un efecto ondulado natural y asegurarnos un volumen de larga duración durante todo el día.
Rituales de belleza
Un icono. "Me gusta mucho Julia Roberts, creo que es guapísima y muy interesante, pero no me gustaría ser ella".
Un día normal. "Hago ejercicio con mi entrenador personal, practico kick-boxing, corro un poco en cinta También hago ejercicios vocales a diario, compongo, doy entrevistas. Luego vuelvo a casa, juego con mi perro ".
Su secreto para estar bien. "Meditar, no trabajar mucho y dormir bien".
Dieta habitual. "Pescado, fruta y verdura. A veces también como pasta, y chocolate".
¿Cómo cuida su cara? "Considero muy importante cuidar la piel: limpiar, exfoliar e hidratar. Además, jamás tomo el sol".
Tratamiento de belleza favorito. Microdermoabrasión de L'Oréal Paris.
Básicos de maquillaje. Corrector de ojeras, máscara de pestañas y brillo de labios.
¿Qué atenciones especiales presta a su melena? "Con un pelo tan largo no se pueden utilizar productos muy fuertes, así que utilizo un champú suave".
¿Quién es su peluquero de confianza? "Nadie en particular. En Londres, John Frido; para el color, Patrick Ludde Cualquiera del equipo de L'Oréal".
Perfume fetiche. Very Irresistible, de Givenchy.
¿Se haría algún retoque estético? "No. Lo más importante para una mujer es ser ella misma, y sentirse bella con sus virtudes y defectos".
¿Cómo conseguir un maquillaje natural?
Conseguir un resultado natural que se funda con la propia piel de modo que parezca que no llevamos nada es quizá lo más complicado. Esa sensación de ligereza y frescor -según Moncho Moreno, maquillador de L'Oréal Paris- se logra con una base de maquillaje en tono claro de acabado aterciopelado; la mirada limpia, gracias a la sombra de ojos en tono rosado y un poco de máscara de pestañas, y para rematar, nada mejor que unos labios en un favorecedor y saludable tono rosado. El objetivo de esta sesión de maquillaje es corregir el tono de piel, iluminar los rasgos y sombrear los pómulos con tonos de colorete ligeramente más oscuros que los de nuestra piel, que nos permitan esculpir el óvalo a placer mediante un juego de luces y sombras muy tenues. El mayor secreto está en difuminar muy bien todos los colores que se van aplicando. Sin duda, la sutileza es un arte. En consecuencia, el resultado final deberá guardar un equilibrio perfecto donde ningún tono destaque por encima del otro. Ni una sola concesión al exceso. Todo lo contrario al 'glamour' de los maquillajes para noches u ocasiones especiales.
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