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Vitoria, a finales del siglo XV

La rehabilitación del palacio del siglo XV ha necesitado siete años de trabajos

Los espíritus del judío converso Pedro Sánchez de Bilbao, de su familia y servidumbre han vuelto desde ayer a habitar la Casa del Cordón de Vitoria, uno de los edificios emblemáticos de su casco medieval, que fue construida en 1480 por aquel prohombre de la vida alavesa. La rehabilitación de este palacio en el que se alojaron reyes y papas ha sido financiada por la Caja Vital, que ha invertido 1,1 millones de euros en los siete años de obras.

Para celebrar su recuperación, la entidad de crédito ha organizado una exposición que recrea la vida en tiempos de Sánchez de Bilbao, en la que participa una veintena de actores. La muestra cuenta como comisaria con la escritora Toti Martínez de Lezea, quien ambientó en esta casa (Cuchillería, 24) su novela La calle de la Judería.

El estado en que se hallaba este imponente palacio era lamentable, hasta el punto de que a finales del siglo pasado se tuvo que cerrar, a pesar de que seis familias residían todavía en su interior. Fue precisamente la reconversión de la mansión en un inmueble de pisos de alquiler, realizada cien años antes, en 1898, la principal causa del progresivo deterioro del edificio. "Se subió un piso de altura y se colocaron pilares sobre la bóveda gótica que cubre el salón principal. El peso de esta nueva estructura fue agrietando el edificio hasta prácticamente el derrumbe, si no se hubiera intervenido a tiempo", explicó ayer el arquitecto director de la rehabilitación, Antón López de Aberasturi.

Las obras se han complicado más de lo previsto, ya que había que atender a las familias que todavía vivían en el inmueble, mientras la urgencia de que no se derrumbase llevaba a apuntalar las plantas inferiores, como medida de emergencia. Además, la cubierta también precisaba una reparación urgente: las goteras eran insoportables y la humedad llegaba hasta el sótano. Se empezó por esta reparación con el fin de asegurar la residencia a los inquilinos. Por último, se recuperó la estructura de madera original, reforzada por otra metálica. "Eso sí, se ha evitado la sobreactuación y no hemos querido aportar un sello personal, que no hace falta", añadió López de Aberasturi durante la presentación del edificio recuperado, bajo la bóveda de la sala principal.

Bóveda gótica

Esta bóveda gótica es uno de los principales atractivos de la casa que edificó Sánchez de Bilbao hacia 1480 sobre la que fue torre de los Gauna, herededa por su esposa, María Ruiz de Gauna. El matrimonio era, como tantos de su época, un enlace de conveniencia: limpieza de sangre joven para un acaudalado médico converso de cierta edad, una de las fortunas de la época en Álava.

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Fue el edificio más importante de su tiempo, en una Vitoria que sumaba 4.000 habitantes, pero que mantenía una situación de privilegio por su condición de lugar de paso en el camino real que unía la Península con el resto del continente: en el palacio se alojaron los Reyes Católicos, Felipe el Hermoso o el papa Adriano VI. Contaba con una numerosa servidumbre que atendía el servicio doméstico o la venta de telas, principal fuente de ingresos en apariencia de los Sánchez de Bilbao. Y es que, como relatan los actores que reviven la vida de la casa, el médico vivía más del préstamo que del textil.

Éste es uno de los secretos que descubre el visitante a la Casa del Cordón en esta exposición viviente, que se ofrecerá todos los fines de semana hasta el 27 de julio. También se podrán descubrir los trucos gastronómicos del cocinero de la casa, que ejercía en los sótanos, o descubrir las calidades de las telas que vendía Sánchez de Bilbao, incluso las fórmulas que usaba el médico para sanar a sus pacientes. El espectáculo tiene música y bailes, una decoración que se ha cuidado al detalle,... En fin, integración al máximo del visitante en el siglo XV. [Más información en www2.cajavital.es].

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