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ATENTADO DE ETA EN MADRID

Dos etarras itinerantes pusieron la bomba

La policía cree que los terroristas han salido de Madrid, donde ETA no tendría infraestructura

Jorge A. Rodríguez

Los investigadores de la Comisaría General de Información de la policía están convencidos de que el atentado de ayer fue cometido por dos jóvenes que llegaron a Madrid el martes, robaron el coche, lo colocaron ayer por la mañana y, antes de dar el aviso telefónico al diario Gara, escaparon por la carretera que conduce a Zaragoza (N-II). Y están convencidos también de que, a tenor de cómo se produjo el ataque, ETA no cuenta con infraestructura estable en Madrid, ya que los terroristas no cambiaron las matrículas al coche robado ni pusieron en su interior, como suele ser habitual en esta modalidad de atentado, una olla express para dirigir la onda expansiva. La policía espera tener identificados a los etarras en las próximas horas.

No cambiaron la matrícula, ni pusieron metralla, ni usaron una olla como cañón
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El atentado de ayer es el segundo que comete la banda en la capital de España, ambos con coche bomba y en puntos relativamente cercanos entre sí. El anterior explotó el 9 de febrero en el Campo de las Naciones de Madrid, a unos 500 metros del recinto ferial Juan Carlos I (Ifema). Entonces el estallido fue anunciado con 40 minutos de antelación y provocó 43 heridos.

En esa ocasión y ayer, el coche había sido robado la noche antes y aparcado por los etarras en el punto elegido a la mañana siguiente. Pero el 9 de febrero, los terroristas sí cambiaron las matrículas del coche que robaron en Guadalajara y le colocaron placas falsas de Madrid. El que no lo hicieran ayer, según fuentes policiales, podría ser un signo de debilidad logística.

El atentado de ayer se produjo en un punto situado en el lado opuesto de la carretera que lleva de Madrid a Barcelona (y también a Guadalajara y Zaragoza) que el del 9 de febrero. Para llegar a ambos hay que tomar el mismo desvío de la citada autovía. Precisamente esa carretera está "muy trabajada por ETA", según fuentes policiales. En sus inmediaciones ha cometido los dos últimos atentados y a un polígono industrial de dicha carretera iba dirigida la furgoneta con 560 kilos de explosivo que fue interceptada por la Guardia Civil en Cañaveras (Cuenca), el 29 de febrero de 2004. No obstante, la Renault Express de ayer fue robada en San Lorenzo de El Escorial, localidad a la que se accede desde la N-VI (Madrid-A Coruña).

Los testigos aseguran que vieron a dos jóvenes aparcar el coche entre las siete y las siete y media de la mañana de ayer y abandonar la zona en coche en dirección a la carretera de Barcelona, al final de la calle de Alcalá. Fuentes del Ministerio del Interior aseguran que la llamada a Gara fue efectuada por un teléfono móvil (los etarras utilizan para ello tarjetas prepago de las que luego suelen deshacerse) desde un punto de la provincia de Guadalajara atravesado por la antedicha vía.

Este dato, unido a que los etarras no cambiaron las matrículas ni utilizaron olla a presión avala para los investigadores el carácter itinerante del comando. La bomba estaba en una mochila y su composición era ésta: entre 18 y 20 kilos de cloratita, un detonador y un temporizador. No llevaba metralla. Los agentes han visionado las imágenes de la cámara de seguridad que enfocaba el lugar del aparcamiento de la Renault Express y están seguros de que, gracias al vídeo, a los testigos y otros datos relevantes, que omiten a la prensa, podrán identificar a los dos terroristas.

La policía cree que el atentado no tenía un objetivo determinado, sino que era un intento de ETA de demostrar que tiene gente y material para seguir activa. "Todo parece indicar que es una demostración de fuerza y que el atentado es obra de un comando itinerante, pero no podemos resolver esto en un unas horas", indicaron fuentes policiales. La policía está barajando para sus pesquisas una composición fotográfica con las caras de 12 etarras y dispone de datos de que Garikoitz Azpiazu, Txeroki, jefe de los comandos de ETA, habría ordenado a varios terroristas penetrar en España. Las fuentes consultadas creen que este dato no es incompatible con que la banda dicte un parón de atentados en breve.

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Sobre la firma

Jorge A. Rodríguez
Redactor jefe digital en España y profesor de la Escuela de Periodismo UAM-EL PAÍS. Debutó en el Diario Sur de Málaga, siguió en RNE, pasó a la agencia OTR Press (Grupo Z) y llegó a EL PAÍS. Ha cubierto íntegros casos como el 11-M, el final de ETA, Arny, el naufragio del 'Prestige', los disturbios del Ejido... y muchos crímenes (jorgear@elpais.es)

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