Font de Mora lleva al juzgado la filtración de exámenes

El consejero de Educación y Cultura, Alejandro Font de Mora, pidió ayer "disculpas públicas" por la masiva filtración de los exámenes de acceso a los ciclos formativos de grado superior, la antigua FP. 7.235 estudiantes deberán repetir en junio las pruebas realizadas el sábado. La Consejería anunció que interpondrá hoy una denuncia por vulneración del deber de custodia de documento público. 300 de los afectados cortaron el tráfico frente al Ayuntamiento de Valencia en un acto de rechazo a la repetición de las pruebas en el que reclamaron la dimisión del consejero.

Eran pocos pero muy ruidosos. Y estaban cabreados. Durante una hora, unos 300 jóvenes corearon eslóganes contra la repetición de los exámenes -"¡No al examen!"-; contra el consejero -"¡Font de Mora el que no bote es, es!"- y reciclaron también frases habituales en los estadios de futbol -"¡Manos arriba, esto es un atraco!"; "¡A por ellos, oeee!"- respaldados por pitidos y bocinazos.

Muchos reconocían que vieron algún cuestionario antes de examinarse, y otros lo negaban, pero todos coincidían en considerar injusta la repetición de todas las pruebas, se hubiera o no constatado su filtración.

Admitiendo que la anulación era casi inevitable debido a su magnitud -los exámenes se intercambiaban en foros de Internet; se vendían en la calle y fueron parcialmente publicados por un periódico el mismo día de la prueba- todos coincidían también en que debió ordenarse el propio sábado.

Entre los que aseguraban no haber tenido previamente los exámenes estaba Cueva Santa Serra, de 20 años, que se presentaba por segundo año consecutivo a las pruebas. "No todos tenemos Internet, ni vamos a una academia donde alguien te los puede pasar", decía Serra. Y añadía: "La culpa no es nuestra. No tenemos por qué hacer esto, ni por qué repetir los exámenes". A su lado, otra joven era más drástica: "En Conselleria tienen que rodar cabezas, una, dos o tres. Las que hagan falta".

Por la mañana, Font de Mora pedía disculpas y comprensión para la "dolorosa" decisión de anular los exámenes. Inevitable, aseguró "para no dinamitar la confianza en lo público". El consejero adelantó el establecimiento de unas normas más estrictas en la custodia de los exámenes. Por la tarde, Educación anunciaba que hoy interpondrá una denuncia ante los indicios de que "algún funcionario público" sea la fuente de la filtración.