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Zapatero apuesta por el entendimiento con Cataluña sobre la financiación

El jefe de Gobierno propone conjugar su propuesta con la catalana

El nuevo modelo de financiación que el Gobierno tiene en mente tratará de conjugar la propuesta del Ejecutivo central con la del tripartito catalán. Así se desprende del mensaje lanzado ayer en Barcelona por el jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, que se comprometió a "lograr un entendimiento general" en materia de financiación, con un nuevo sistema que solucione "los problemas de déficit de comunidades autónomas como Cataluña y que mantenga el principio de solidaridad".

Zapatero acudió ayer al Círculo Financiero -en la sede de La Caixa- para dar una conferencia sobre la situación económica de España ante lo más granado del sector empresarial catalán. El presidente del Gobierno dejó claro que, con las ideas del Ejecutivo autónomo y las del central, "el nuevo modelo reconocerá los problemas de financiación de comunidades como Cataluña y mantendrá el principio de solidaridad".

La propuesta catalana pasa por crear una agencia tributaria que recaude todos los impuestos, para después traspasar al Estado un máximo del 50% de los ingresos del IVA, el IRPF y los impuestos especiales, y establece un mecanismo de solidaridad. El Gobierno, en cambio, ha mostrado ya las primeras cartas de la reforma que prepara, en la que no renuncia a inspeccionar y recaudar sus impuestos en todas las comunidades, aunque sí concede mayor capacidad normativa a las autonomías.

No obstante, aunque admitió que el actual sistema ha recibido numerosas críticas, también advirtió de que una vez que se conozcan los nuevos datos macroeconómicos territorializados, algunas de ellas "perderán consistencia".

Como en otras ocasiones, Zapatero reconoció el esfuerzo de solidaridad que hace Cataluña y su legitimidad para reclamar una reforma. Sin embargo, aclaró que el futuro sistema debe ser más "eficiente e incentivador", "producir un incremento del autogobierno y de la responsabilidad fiscal de las comunidades autónomas, manteniendo el principio de solidaridad y asegurando que el Gobierno [central] tenga medios para acometer sus responsabilidades".

Armonizar ambas propuestas no será nada fácil, sobre todo porque la reivindicación catalana va mucho más allá de la propuesta del Gobierno central, al menos a tenor de los criterios conocidos hasta ahora [ver EL PAÍS de ayer]. A pesar de ello, ayer el consejero de Economía de la Generalitat, Antoni Castells, se mostró convencido de que, tras la ronda de negociaciones, el Gobierno central acabará por mejorar su oferta, informa Enric Badia. "La propuesta del Gobierno ofrecerá cambios mucho más sustanciosos", dijo.

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Frente a la actitud contemporizadora de los representantes del Gobierno catalán, la Ejecutiva de Convergència i Unió perseveró en su estrategia de elevar el listón de sus reivindicaciones. El secretario general de la federación, el democristiano Josep Antoni Duran Lleida, explicó que para que CiU apoye la propuesta catalana, el Estatuto debe recoger los criterios y "no los principios generales" del futuro sistema. Además, la Generalitat deberá recaudar todos los impuestos a través de una agencia tributaria propia que podría estar "coordinada" con la estatal. Y como tercera condición, defendió que el Parlamento catalán, y no el Gobierno, fije los criterios del reparto de los fondos para los entes locales.

Una delegación de CiU se reunirá este viernes con el consejero de Economía, Antoni Castells, para encontrar puntos en común entre las dos propuestas sobre financiación.

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