La conexión venezolana

La injerencia del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, en los conflictos del continente latinoamericano no ha dejado de lado a Bolivia, donde la supuesta interferencia de Chávez en los asuntos internos despierta mucho recelo.

Fuentes políticas y empresariales sostienen que la lucha ideológica que domina el panorama político boliviano es alentada por el mandatario venezolano, para expandir el llamado movimiento bolivariano. "No tenemos pruebas", dice Roberto Mustafá, de la patronal, "pero hay hechos que hablan por sí mismos. Los viajes de gente del MAS y de la Central Obrera Boliviana (COB) a Caracas y a La Habana se han multiplicado. Los líderes de ambos movimientos, Evo Morales y Jaime Solares, estuvieron recientemente en Cuba para la celebración del 1 de mayo".

Fuentes policiales bolivianas también han relacionado al Movimiento Etno-cacerista (indigenista y nacionalista) del ex militar peruano Antauro Humala (actualmente en prisión por el asalto a una comisaría en los Andes peruanos, a principios de este año) con las agrupaciones locales. En todos los casos, el eje es el mismo: el movimiento bolivariano.

Morales ha negado que el presidente venezolano haya financiado las movilizaciones en Bolivia, pero muchos sectores insisten en que es demasiada casualidad que los bloqueos de carreteras y las protestas en La Paz se recrudecieran después de que Morales visitara a Chávez en Caracas, participara en el programa de radio del mandatario venezolano y viajara con él, en marzo pasado, a la toma de posesión del presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez.

Chávez se ganó el corazón de muchos bolivianos cuando declaró en una reunión indígena paralela a la cumbre iberoamericana celebrada en Santa Cruz de la Sierra de 2003 que "soñaba con bañarse algún día en el mar boliviano".

La salida al Pacífico es la gran reivindicación de Bolivia, el país que tomó su nombre del libertador venezolano, Simón Bolívar.