Un profesor contagia la tuberculosis a nueve chicos de un colegio de Alcalá

Un profesor de ESO de matemáticas y nueve alumnos suyos, de entre 11 y 16 años, han resultado afectados por un brote de tuberculosis en el colegio Santa María de la Providencia, de Alcalá de Henares. Al menos otros 56 de los 153 alumnos a los que daba clase el maestro han dado positivo en la tuberculina (la prueba que revela si una persona ha estado en contacto con el bacilo que causa la enfermedad) y reciben tratamiento preventivo con antibióticos que se prolongará durante los próximos seis meses.

La Consejería de Sanidad ha decidido extender la prueba de la tuberculina a otros 150 niños para descartar nuevos casos. Los análisis serán realizados el próximo viernes y los resultados serán conocidos la próxima semana.

El colegio y Sanidad confirmaron ayer que el profesor fue el primero en contraer la enfermedad y el que la ha contagiado a los alumnos. Delicia Cavadas, directora del colegio, comentó que "el profesor sufría problemas de garganta desde noviembre, pero no le diagnosticaron la tuberculosis hasta finales de febrero". "Durante estos cuatro meses ha estado dando clase a los alumnos, por lo que los contagios se podrían haber evitado con un diagnóstico más rápido", declaró Cavadas. Ésta añadió que el maestro "se está recuperando bien de la enfermedad, pero está bastante afectado por haber contagiado a los alumnos".Un portavoz de Sanidad afirmó ayer que "el brote está controlado y no se espera que, tras las pruebas realizadas y las que se llevarán a cabo este próximo viernes, haya nuevos casos en el colegio".

El profesor que ha originado el brote fue dado de baja el 17 de febrero tras sufrir trastornos en la garganta desde el pasado noviembre. Sanidad afirma que la tuberculosis, sin embargo, no le fue diagnosticada hasta el 30 de marzo, cuando ingresó en las urgencias del hospital Príncipe de Asturias, de Alcalá. Hasta entonces, según Sanidad y el centro, los médicos de la mutua del colegio habían estado estudiando si el maestro era alérgico a la tiza o tenía pólipos en la garganta.

Sanidad activó el protocolo de actuación contra la tuberculosis en centros escolares cuando el hospital le notificó el caso. Pocos días más tarde, un alumno también cayó enfermo. El periodo de incubación de esta enfermedad hasta que aparecen lesiones pulmonares oscila entre las cuatro y las 12 semanas, aunque muchas personas pueden mantener la infección latente durante años o incluso no desarrollar la enfermedad.

Sanidad remitió el pasado 25 de abril una carta a los padres de los 153 alumnos del profesor (cuatro aulas de ESO más algunos niños que recibían clases de refuerzo) iban a ser sometidos a la prueba de la tuberculina, denominada "prueba Mantoux".

"Contacto cercano"

"Este estudio se lleva a cabo en aquellos [niños] que han tenido un contacto cercano y prolongado con el caso" de tuberculosis diagnosticado, explica la carta, que añade que "aunque la probabilidad de contagio es muy baja, cuando se detecta un caso de tuberculosis es necesario realizar un estudio de contactos para descartar la presencia de la enfermedad en alguna persona del entorno".

Las pruebas a los alumnos fueron realizadas el viernes 6 de mayo. Al menos 65 niños dieron positivo. Fuentes de Sanidad precisaron ayer que "no todos los positivos en la prueba de la tuberculina corresponden a personas enfermas".

"El positivo significa que se ha estado en contacto con el bacilo que causa la enfermedad, pero puede ser que haya sido en el pasado o que la enfermedad no llegue a desarrollarse. Para confirmar si una persona está enferma, todos los casos positivos deben ser sometidos a una radiografía para determinar si los pulmones están dañados", añadieron estas fuentes.

Además de los niños, también fueron sometidos a la tuberculina 25 profesores. Sólo tres de ellos dieron positivo.

Las pruebas radiológicas revelaron que ocho niños habían empezado a desarrollar la tuberculosis. Siete de ellos fueron diagnosticados en el hospital Príncipe de Asturias de Alcalá, al que Sanidad remitió a los alumnos del colegio. Un noveno, sin embargo, fue atendido en el hospital de La Paz porque así lo prefirieron sus padres.

En todos los casos, la tuberculosis estaba en su primera fase de desarrollo y los menores todavía no sufrían tos, fiebre, falta de apetito, debilidad u otros síntomas que causa la enfermedad.

Sanidad informó ayer de que "en esta primera fase la tuberculosis no es contagiosa". "Sólo lo es cuando la persona expulsa esputos con el bacilo que la causa. Todas las pruebas de esputo realizadas a los niños afectados han dado resultado negativo", añadió un portavoz de Sanidad.

Los niños han permanecido unos días en sus casas y reciben tratamiento específico con antibióticos, que se prolongará durante los próximos seis meses. Sanidad ha autorizado, ante su buen estado y la nula posibilidad de contagio, que se reincorporen a las clases en los próximos días.

Antes de dar por cerrado el brote, sin embargo, Sanidad extenderá la prueba de la tuberculina a otros 150 alumnos del colegio para confirmar que no haya nuevos casos. Estos niños son los alumnos de ESO a los que el profesor enfermo no daba clases, con lo que el riesgo de contagio ha sido "casi nulo", según Sanidad. Estas pruebas serán realizadas mañana y sus resultados se conocerán la próxima semana.

El colegio Santa María de la Providencia es un centro privado concertado (subvencionado en parte), gestionado por la orden religiosa del mismo nombre, que ofrece estudios de educación infantil, primaria. A sus aulas acuden 756 alumnos.