El PP se queda solo en su rechazo a la moción del PSOE que respalda el diálogo por la paz

El telón del debate del estado de la nación cayó ayer después de escucharse en el Congreso 11 monólogos, de cada uno de los portavoces parlamentarios, que escenificaron con claridad el resumen de todo lo que se ha vivido desde el miércoles de la semana pasada. El Congreso ha respaldado el diálogo por la paz, con el apoyo de todos los grupos políticos excepto el PP, que decidió hacer un mutis por el foro y no sumarse a la representación.

192 votos a favor y un aplauso, frente a 147 en contra (146 diputados del PP más el del ministro socialista José Montilla, que se despistó) ratificaron la propuesta del PSOE en la que se respalda un proceso de diálogo una vez que la banda terrorista anuncie el fin de la violencia.

Jordi Jané (CiU): "Merece la pena intentarlo y estaremos al lado del Ejecutivo como siempre, aunque no salga bien"

Rajoy: "Un Parlamento democrático que representa a la soberanía ha dado a ETA el título de interlocutor político"

El presidente del Gobierno asegura que desde hoy empieza a trabajar para que el acuerdo del Parlamento "sea unánime"

Al concluir las votaciones, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, aseguró en los pasillos que agradecía el apoyo de "siete grupos de la Cámara" a la resolución pero que aspiraba a que "el que falta", en referencia al PP, "se una". El presidente anunció que desde hoy mismo iba "a trabajar por que el apoyo a la resolución sea unánime".

Mariano Rajoy declaró por su parte que seguirá empeñado en una tarea distinta: "En los próximos meses voy a trabajar con todas mis fuerzas, respaldado por la mayoría de los españoles y por las víctimas del terrorismo, para derrotar a ETA y no para negociar con ella". Rajoy interpretó que, ayer, "un Parlamento democrático que representa la soberanía nacional, dio a ETA el título de interlocutor político".

La importancia de la votación oscureció el resto de las propuestas de los grupos, aunque muchas de ellas, como las referidas a Galicia, planes económicos, publicación de las balanzas fiscales o energía nuclear, hubiesen cobrado protagonismo en cualquier otro debate de estas características.

Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) quiso dejar claro que su colaboración con el PSOE es cada vez más sólida. El portavoz independentista, Joan Tardà, aseguró que ERC "ha comprometido su voluntad de búsqueda de acuerdos con el grupo socialista, los máximos posibles". Tardà especificó tres objetivos: "defender el Gobierno de Cataluña", intentar "desalojar la derecha nacionalista española" en la Comunidad Valenciana y las Islas Baleares y "ofrecer la suficiente estabilidad al Gobierno español" para que la izquierda ratifique en el Congreso "el proyecto de Estatuto nacional" que llegará desde Cataluña.

La jornada transcurrió con tranquilidad. Cada portavoz defendió sus propuestas de resolución y PNV e Izquierda Verde retiraron la que cada uno había presentado, referida al terrorismo, para sumarse a la del PSOE. CiU mantuvo la suya, que pretendía la ampliación del Pacto Antiterrorista a todos los partidos, pero sólo fue apoyada por PNV y Grupo Mixto, lo que no evitó que los nacionalistas catalanes votasen a favor de la propuesta del PSOE.

Todos aludieron a este asunto, pero como una parte de su intervención. Así, hasta que el portavoz popular, Eduardo Zaplana, subió a la tribuna y sin mencionar, salvo de forma implícita, las resoluciones de su grupo sobre diversos asuntos, se lanzó a un ataque contra el Gobierno, "el más negativo e ineficaz que ha tenido España desde la recuperación de la democracia", para defender su postura contra la resolución sobre el terrorismo y concluir que todo ello "es la posición de centro".

El formato del debate no permitía réplicas, pero sí hubo contestación por parte del portavoz socialista Diego López Garrido que, después de recordarle los epítetos que han dedicado a su grupo desde las filas del PP, incluido el de la traición a los muertos de Mariano Rajoy, los resumió como "la expresión" de lo que Zaplana había llamado "política de centro".

López Garrido le reprochó no haber aceptado ningún tipo de acuerdo: "Les hemos tendido la mano y ustedes no han sacado la suya del bolsillo." Tanto Alfredo Pérez Rubalcaba, por la mañana, como el secretario general del grupo, ayer, señalaron que los intentos del PSOE por encontrar algún tipo de acercamiento con el PP habían sido imposibles. "Ni siquiera han querido presentar enmiendas a nuestras propuestas", lamentó López Garrido.

Respuesta negativa

Desde la noche del domingo, el PP ha recibido la oferta del pacto a través de Rubalcaba con su interlocutor habitual del PP, Eduardo Zaplana. Los socialistas propusieron al PP la posibilidad de que todos los grupos retiraran sus propuestas y que la negociación empezara de nuevo. Tenían todo el lunes para negociar. La respuesta fue negativa. El PP no quería hablar de nada si el Gobierno no se comprometía a instar a la Fiscalía del Estado para que promoviera la ilegalización del Partido Comunista de las Tierras Vascas (EHAK).

El PSOE no oculta que trató desde el principio que hubiera una votación con el PP con la "ratificación del Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo". La oferta del PSOE para que el PP "enmendara" la propuesta del PSOE no fue atendida. "Ustedes han tergiversado con mala fe lo que queremos hacer", señaló ayer López Garrido en un tono más dolido que de enfado. El PSOE decidió que en este debate debía evitarse la agresividad. "No hay felicidad" en la cúpula socialista, que alberga cierta preocupación por la división de los dos principales partidos en materia antiterrorista.

Zaplana había justificado su negativa al acuerdo en la pérdida total de confianza hacia el Gobierno y hacia el PSOE y leyó el párrafo del pacto firmado por los integrantes del tripartito catalán en el que se comprometen a no establecer ningún tipo de acuerdo con el PP y "renuncian a establecer pactos parlamentarios con el PP en las cámaras estatales". "Por eso", concluyó Zaplana, "mientras el presidente del Gobierno no denuncie la cláusula del pacto del tripartito catalán (...) no puede ser sincera ninguna de sus ofertas de acuerdo o de mano tendida".

Zaplana citó a las víctimas del terrorismo que apoyan la postura del PP. En la tribuna de invitados estaba Francisco Alcaraz, presidente de la Asociación de Víctimas del Terrorismo, con la viuda del teniente coronel Pedro Antonio Blanco, primer asesinado por ETA tras la última tregua.

López Garrido insistió que "el mejor homenaje a las víctimas es derrotar a ETA" y lanzó un reproche: "¿Qué es eso de que el PSOE propone el diálogo con ETA? Sólo habrá diálogo si dejan de matar".

Jordi Jané (CiU) fue rotundo en el apoyo: "Vale la pena intentarlo". "Estaremos a su lado, aunque no salga bien", dijo mirando a Zapatero.