Las propuestas del PP 'pasaron' del diálogo
He aquí una diferencia entre Mariano Rajoy y Eduardo Zaplana. El presidente del Partido Popular llevaba escrito en su discurso sobre el estado de la nación la frase, dirigida al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en la que le acusaba de "traicionar a los muertos" y, como mandaba el texto, la leyó. El portavoz parlamentario, por su parte, tenía preparado ayer un texto en el cual, al hablar de las presuntas advertencias a Rodríguez Zapatero que le dirigen sus socios de Esquerra Republicana de Catalunya, decía: "¡Estas advertencias surten efecto inmediato en quien se sabe Presidente por accidente!", pero decidió omitir la frase.
Eso no quiere decir que Eduardo Zaplana abandonara la dureza. Véase, si no, esta advertencia: "Porque, señores socialistas, cuando a los terroristas se les invita al diálogo y a la negociación, lo primero que piensan es que han merecido la pena sus crímenes y asesinatos".
¿Por qué razón, entonces, las dos propuestas de resolución presentadas por el PP, aisladas y derrotadas por la mayoría parlamentaria, no reflejaban algunas de las duras acusaciones de Rajoy y de Zaplana sobre el crimen que supone la política de Zapatero respecto a ETA en estos momentos?
En su primera propuesta, el PP proponía que el Congreso de los Diputados instara al Gobierno para que éste solicitara la ilegalización del Partido Comunista de las Tierras Vascas. En la propuesta, el PP acusaba al Gobierno, el cual, con su negativa a pedir dicha ilegalización, "ha permitido que ETA vuelva a burlarse de la democracia cuando más debilitada se encontraba". Pero no dejaba constancia de la propuesta del PSOE de dialogar con la banda terrorista si ésta abandona las armas y del presunto desastre que ello significa.
Su segunda propuesta mezclaba lucha contra el terrorismo y seguridad ciudadana. En la explicación sólo dedicaba tres párrafos al terrorismo, en los cuales se limitaba a defender la vigencia del Pacto por las Libertades y el Terrorismo, e instaba en una de las medidas propuestas a que los terroristas no obtengan beneficios penitenciarios y que cumplirán las penas en su totalidad. Pero tampoco se refiere al gran debate del estado de la nación: el diálogo si ETA deja de matar.
Se podrá objetar que los discursos de Rajoy y Zaplana ya están en el diario de sesiones. Y que es lo que llega a la inmensa mayoría de los ciudadanos. Pero no es menos cierto que en general las propuestas de resoluciones suelen reflejar el núcleo de los discursos de los líderes políticos. Pues en este caso, no.
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