Sube el 'sí' en Francia
El 'sí' se recupera en los sondeos sobre el referéndum de la Constitución europea en Francia, convocado para el próximo día 29, y en estos momentos supera al no. Tampoco resulta tan sorprendente, pues el no subió de forma repentina en la precampaña, reflejo del malestar que anida en la sociedad, dividida no por partidos sino por sensibilidades, lo que hace muy incierto el resultado final. No cabe minimizar el alcance del voto francés. Un rechazo de un miembro fundador y central de la Unión Europea sería un durísimo golpe para la construcción continental. Por eso es de esperar que acabe triunfando la sensatez. Pero no contribuyen a lograrla episodios como la moción de censura presentada por los grupos más euroescépticos de la Eurocámara al conocerse las relaciones del presidente de la Comisión, Durão Barroso, con un armador griego que ha recibido subvenciones de la UE.
Tan mal están las cosas en el país vecino que dentro del propio Partido Socialista, que aprobó a finales de 2004 por plebiscito interno apoyar la Constitución, los partidarios de una u otra posición han sacado a pasear el espectro de François Mitterrand. Para unos, el desaparecido jefe del Estado apostaría por el texto si viviera, y según otros, lo rechazaría. Entretanto, el actual presidente, Jacques Chirac, parece haber recuperado algo la iniciativa tras su desastroso inicio de precampaña con un debate televisado con jóvenes.
Mientras Francia duda, en Holanda crecen de forma preocupante en las encuestas los partidarios del no en su referéndum, que se celebrará tres días después del francés y que será el primero en la historia nacional. Siete países -Lituania, Hungría, Eslovenia, Italia, Grecia y Eslovaquia- han ratificado ya el texto, que también ha pasado por las Cámaras bajas de Alemania, Austria y España; en este último caso, tras la victoría del sí en la consulta popular de febrero. Bélgica será previsiblemente el décimo en hacerlo antes de que se resuelva el suspense francés. El caso alemán puede ser un estímulo para arrastrar el apoyo de los indecisos en Francia. El aplastante respaldo de un 95% que obtuvo el pasado jueves en el Bundestag supera las previsiones más optimistas.
Si Francia finalmente aprueba la Constitución europea, la gran incógnita volverá a centrarse en el Reino Unido. Blair se ha comprometido a un referéndum dentro de un año. Los británicos deben ser conscientes de que Europa no puede avanzar sin Francia, pero sí sin su país, pese a las evidentes dificultades en el terreno de la política común de defensa. Europa no puede vivir sin París, pero sí sin Londres, que, aunque no lo perciba, malviviría fuera de la Unión.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.