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Tom Wolfe aboga por una literatura hecha en la calle

El escritor estadounidense inauguró la Bienal Internacional del libro de Río de Janeiro

Juan Arias

La XII Bienal Internacional del Libro de Río de Janeiro, volcada en la conquista de los jóvenes, se inauguró el jueves con los ojos puestos en lo que cada tribu de lectores busca para leer hoy, mientras los debates otean los horizontes de la literatura del mañana. En esta línea, el escritor y periodista estadounidense Tom Wolfe abogó en la conferencia de apertura de la feria por una literatura realista, inspirada en lo que ocurre en la calle, e hizo un llamamiento para que se cree un ejército de novelistas como Zola.

"Hoy ya nada tiene el signo del realismo. Cuando yo comencé a escribir creía que el 65% del trabajo era genio y el resto era material. Hoy mi idea es que esas cifras son al revés", dijo el escritor, vestido de blanco como siempre, detalle sobre el cual bromeó diciendo que si viviera Freud le telefonearía para que analizase esa manía suya por el blanco.

Esta bienal de 2005, bautizada ya como "la joven", está dando la razón a sus organizadores pues desde el primer día ha sido, sobre todo, la tribu de los adolescentes la que ha abarrotado los encuentros con los autores famosos a los que, como antaño hacía con los cantantes, ha convertido en sus ídolos.

El jueves, en el encuentro con la joven e iconoclasta escritora francesa Lolita Pilla, el salón se quedó pequeño y ella sorprendida por la acogida multitudinaria. Pilla les dijo a los jóvenes que a ella le gusta "crecer junto con su público". Cuando uno de los jóvenes la provocó haciéndole notar que llevaba un bolso cuyo precio podría alimentar a 10 familias pobres. Lolita, rápida, respondió "a 10 no, a 20" y siguió adelante.

El propósito de esta bienal es atraer a los futuros lectores, a aquellos que tras un cierto cansancio de la televisión están dando ya señales a las editoriales de que se empiezan a interesar por los libros. De ahí la elección para animar la fiesta literaria de autores jóvenes con quienes los adolescentes se identifican mejor. En todos los sondeos realizados en el cálido ámbito de la bienal ha quedado claro que los temas que los jóvenes buscan entre los dos millones y medio de libros expuestos, y entre los más de mil nuevos títulos, son: drogas, sexo, amor, religión y familia.

El carácter lúdico de la Bienal de Río ha gustado a la tribu de jóvenes y a los niños que se divierten en los cientos de escenarios creados para ellos con payasos, contadores de historias, encuentros con sus escritores preferidos y la posibilidad de participar activamente en los eventos.

En esa línea de la búsqueda de nuevos lectores tuvo lugar ayer la entrega de premios de Olimpiada de la Lectura, organizada por las editoriales Moderna y Salamandra y la Fundación Carlos Chagas para alumnos de elemental, con la presencia de las grandes estrellas de la literatura infantil como Ana María Machado, Adriana Falçao o Pedro Banderas.

Sin embargo y a pesar del carácter joven de la Bienal, los jóvenes, curiosamente, están también muy presentes en los actos protagonizados por escritores ya clásicos y consolidados como Moacyr Scliar o Verissimo, dos autores que siempre han conectado en su literatura con el mundo de hoy y que creen a pie juntillas en la creación de un clima de fiesta y de placer en torno al libro y la lectura para transformar en lectores los que aún no lo son. En el espacio imaginario del autor, Scliar deleitó ayer a un público de todas las edades con su charla sobre: "¿Serán los escritores unos soñadores?". El sueño, la poesía, la creación, la emoción y todo lo relacionado con la sensualidad, el misterio y el cuerpo tienen, en efecto, asegurado siempre un público de todas las edades.

A pesar de su carácter eminentemente lúdico, la Bienal de Río no está siendo ajena a la angustia de los editores sobre qué publicar hoy. Significativa fue ayer al respecto la presencia del francés, hijo de padre español, Tony Cartano, quien vive en su carne la esquizofrenia de ser escritor y editor. En un encuentro con Moacyr Scliar, cuyos libros él publica en Francia, dio una regla de oro: "Yo no siempre escojo para publicar lo que me agrada como lector".

Tom Wolfe, en la Bienal del Libro de Río.
Tom Wolfe, en la Bienal del Libro de Río.EFE
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