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Suramérica busca el comercio y la inversión de los países árabes

Brasil organiza una cumbre inédita con 34 Estados de ambas zonas

Juan Arias

En una Brasilia blindada por 9.000 policías, el presidente Inácio Lula da Silva inauguró ayer la primera cumbre árabe-suramericana con un discurso en el que pidió un mayor peso internacional de las naciones en desarrollo. Ante 22 delegaciones de países árabes y 12 de América del Sur, Lula dijo que el encuentro sentará los fundamentos de un nuevo "puente entre civilizaciones". En la declaración final, que se prevé firmar hoy, se espera un compromiso para el aumento de las inversiones y el comercio, además de respaldo político mutuo.

La cumbre, que al principio se presentó como eminentemente económica, ha tomado un cuerpo más político dado lo inédito de la reunión y el momento en que se produce. "No estamos reunidos", dijo el presidente Lula en el discurso inaugural, "sólo en busca de ventajas económicas y comerciales. Buscamos un comercio justo y equilibrado, libre de subsidios de los países ricos". Y en medio de fuertes aplausos, añadió: "Queremos voz para los países en desarrollo".

Asuntos como el del conflicto en Palestina (el presidente palestino Mahmud Abbas acudió a la cumbre) y la ocupación de Irak estuvieron presentes en la redacción del documento final. Mientras en un párrafo se prevé condenar -sobre todo por presiones de Brasil y Argentina-, el terrorismo "sin adjetivos", en otro se defendería el derecho de los pueblos a la resistencia ante una ocupación extranjera. Cuando le preguntaron al ministro de Exteriores de Brasil, Celso Amorim, si esa cláusula podía estar relacionada con la ocupación estadounidense de Irak, respondió diplomáticamente: "Cada uno lo leerá de la forma que debe ser leído", evocando la frase de Jesús en los Evangelios: "Quien tenga oídos para oír que oiga".

Pedro Motta, responsable de los temas africanos del Ministerio de Exteriores brasileño, afirmó que la cumbre quería ser "un mensaje al mundo de que es posible que dos regiones del mundo se entiendan y dialoguen juntas". Y añadió con cierta ironía que si, además, "se consiguiese cambiar un poco la geografía económica del mundo, tanto mejor".

En eso estaban ayer. Los representantes suramericanos buscaban alternativas para lograr que la inversión árabe en la región, actualmente en torno a los 10 millones de dólares, aumentara al menos un 50% para 2007. Añadido a esto, se estudiaban vías para incrementar el comercio entre las regiones y hasta la negociación de un acuerdo de libre comercio entre el Mercosur y el Consejo de Cooperación del golfo Pérsico.

Pese a todo, el acuerdo más sólido cerrado en esta cumbre fue el pactado entre Lula y los presidentes de Argentina y Venezuela, Néstor Kirchner y Hugo Chávez. Juntos han pergeñado tres propuestas de colaboración mutua: la creación deuna gran empresa petrolera bautizada Petrosul; una televisión pública que podría llamarse Telesur, y un banco de desarrollo regional.

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Los presidentes Néstor Kirchner (centro) y Hugo Chávez conversan con dirigentes árabes ayer en Brasilia.
Los presidentes Néstor Kirchner (centro) y Hugo Chávez conversan con dirigentes árabes ayer en Brasilia.AP

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