Dos de cada tres consumidores de 'éxtasis' sufren trastornos psiquiátricos

El consumo de éxtasis pasa factura. Aparte de los riesgos inmediatos (deshidratación, parada cardiaca), un 69% de los consumidores sufre algún tipo de enfermedad psiquiátrica, según un estudio de la Red de Trastornos Adictivos dirigido por la jefa de la sección de Toxicomanías del hospital del Mar de Barcelona, Marta Torrens.

La depresión es la enfermedad más frecuente (la presenta el 31% de los consumidores) y la que está más claramente relacionada con la droga, explicó ayer Torrens. "En un 27% de ese 31% se ha visto que se trata de una depresión inducida", dijo la investigadora del centro, que depende del Instituto de Atención Psiquiátrica del Instituto Municipal de Atención Sanitaria de Barcelona.

En la investigación intervienen centros de Madrid y Sevilla. Los datos que se manejan de momento pertenecen a un grupo reducido (37 voluntarios menores de 30 años y con una edad media de 24), "pero los resultados son generalizables", indicó Torrens. "El trabajo se ha hecho con una metodología seria, y los resultados son coherentes con otros estudios. No hemos encontrado factores que nos hagan pensar que pueden aparecer grandes diferencias", explicó.

El caso de la depresión es el más claro en que se ha podido asociar la aparición de la enfermedad con el consumo de drogas. "No se trata de una resaca o de lo que los jóvenes llaman el bajón del día siguiente, sino de la aparición de un trastorno psiquiátrico grave", advirtió la experta. Además, para que apareciera la enfermedad no hacía falta un consumo continuado. Se han diagnosticado casos en personas que afirmaban que habían tomado éxtasis cinco veces en un año. Según el Plan Nacional sobre Drogas, que participa a través del Instituto Carlos III en la financiación de los trabajos, un 2,4% de los jóvenes han ingerido esta sustancia.

Aparte de la depresión, otras patologías psiquiátricas concomitantes con el consumo de drogas son los trastornos de personalidad, los alimentarios y los ataques de ansiedad. "La importancia del trabajo es que ha permitido poner a punto un método diagnóstico", porque hasta ahora las adicciones hacían difícil el diagnóstico del trastorno psiquiátrico, dijo Torrens.

Los investigadores han trabajado también con consumidores de heroína, con resultados similares. Un 44% de los voluntarios que estaban ya en tratamiento con metadona para reducir los daños habían sufrido enfermedades psiquiátricas. La proporción aumenta al 66% entre los voluntarios captados fuera de las redes de atención, destacó el sábado en Barcelona la delegada del Gobierno en el Plan Nacional sobre Drogas, Carmen Moya.