Un centro de investigación excluye a los fumadores de sus ofertas de empleo y becas
La institución valenciana recomienda a los adictos al tabaco que no presenten solicitudes
"Se recomienda a los candidatos fumadores activos que se abstengan de presentar solicitudes". De esta forma, el Centro de Investigación Príncipe Felipe (CIPF) de Valencia, una fundación científica puntera tutelada por la Generalitat, cierra las puertas a los adictos al tabaco en sus ofertas de empleo y becas por ser un espacio "libre de humo". La advertencia, recogida en el capítulo de obligaciones de los aspirantes, "no es vinculante", apunta Rubén Moreno, director del centro, ya que en el proceso de selección "no se exige a nadie que diga si fuma o no". Estas restricciones, señalan fuentes del Ministerio de Sanidad, "no se incluyen en la ley" de prevención del tabaquismo.
Moreno, que fue responsable del Insalud con Celia Villalobos como ministra de Sanidad, negó que se discrimine a los fumadores en la selección de personal: "No se le exige a nadie que manifieste si es fumador o no, y por tanto, no se utiliza como argumento para contratar". Simplemente, "se recomienda a los candidatos que sean fumadores activos que se abstengan de presentar solicitudes ya que aquí no se puede fumar". Es, añadió, "una incongruencia" que desde el centro no se haga "todo lo posible" para facilitar que la gente deje de fumar, "porque, entre otras materias, investigamos las causas del cáncer".
El director del Centro de Investigación Príncipe Felipe (CIPF) respondía de esta forma a la denuncia lanzada por el Club de Fumadores a partir de los requisitos de las becas que ofrece el organismo valenciano. En las bases de las 66 plazas para posdoctorales (9), predoctorales (23), técnicos superiores (9) y técnicos de apoyo a la investigación (25), el centro recuerda que sus instalaciones de 30.000 metros cuadrados son un espacio "libre de humo basado en el cumplimiento de las normativas de salud y seguridad y en la protección de las personas frente a la exposición al humo de tabaco". Y añade: "Se recomienda a los posibles candidatos que tengan la condición de fumadores activos que se abstengan de presentar solicitudes".
Esta advertencia, aparece de nuevo en la descripción de cada una de las plazas tanto de becas, como la veintena de ofertas de empleo que figuran en la página web del centro, la mayoría de las cuales ya se han adjudicado. Ya sea para un puesto de bioinformático, gestor de proyectos, técnico de apoyo del banco de líneas celulares o de investigador en regeneración neural, figura la recomendación junto a los requisitos, las funciones a desempeñar y las condiciones de trabajo. En este caso precedidas de unas palabras que recuerdan que el CIPF es "un centro que propugna la igualdad de oportunidades en el acceso al empleo para hombres y mujeres; nacionales y extranjeros". Fuentes de la Generalitat, institución que preside el patronato en la figura del consejero de Sanidad y que es la principal fuente de recursos, apuntaron a este diario que la medida no es novedosa, ya que entidades vinculadas a la sanidad aplican cláusulas similares, como la sección Panamericana de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Para Fumadores por la Tolerancia, la petición a los fumadores de no presentarse es "un caso claro de discriminación laboral" que atenta contra los "derechos individuales de un amplio colectivo" de personas. Esta organización alerta del "fundamentalismo de la salud, que ha hecho del fumador un apestado social", algo "avivado por las iniciativas legislativas del Gobierno".
El Centro de Investigación Príncipe Felipe, inaugurado en marzo, se encuentra en plena fase de selección de personal y confía en tener a partir de verano configurada la plantilla de 350 científicos que ocuparán sus instalaciones, situadas junto al complejo de la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia diseñado por Santiago Calatrava. El CIPF abarca parcelas punteras de la medicina como biomedicina, trasplantes o genómica y farmacoproteómica (diseño de medicamentos), aunque el programa estrella es la medicina regenerativa, del que forma parte el equipo de Carlos Simón, responsable de investigación del Instituto Valenciano de Infertilidad, que desarrolló en 2004 por vez primera en España, dos líneas de células madre a partir de embriones humanos congelados y quien dirigirá el banco celular.
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