_
_
_
_

Pocas multas en el primer día de sanciones en el área verde de aparcamiento de Barcelona

El alcalde y el concejal de Movilidad califican de positivos los primeros efectos de la medida

Clara Blanchar

Después de una semana de gracia, con avisos informativos a los conductores en vez de multas, ayer arrancó en serio el área verde de aparcamiento en Barcelona: los vecinos pueden estacionar por un euro a la semana y los no residentes deben pagar 2,75 euros la hora, con un máximo de dos horas de ocupación. Estos últimos, los no residentes, se llevaron la mayoría de las sanciones, pocas, aunque el Ayuntamiento no quiso proporcionar cifras. El alcalde y el concejal de Movilidad, sin embargo, coincidieron en calificar de positivos los primeros resultados.

Siguiendo la tónica de la semana pasada, la jornada de ayer reveló que son los residentes los principales usuarios de las nuevas zonas de pago y que la medida se ha traducido en un notable aumento de las plazas de estacionamiento libres en los distritos del Eixample y Ciutat Vella -los primeros en los que se ha implantado el nuevo sistema-, así como en una sensible reducción del tráfico en el centro. El Ayuntamiento la situó días atrás en el 9%.

Manzana tras manzana, también ayer la mayoría de los vehículos estacionados correspondían a vecinos, como indican los distintivos de residente que pueblan las lunas delanteras. Junto a los adhesivos puede verse el justificante de pago, válido casi siempre para una semana. En cambio, pocos son los coches sin el distintivo, y destacables las plazas libres. A mediodía, en el tramo de la calle de Provença comprendido entre Dos de Maig y la avenida Diagonal sólo había dos vehículos multados por no haber pagado. Sea por desinformación o por despiste, la infracción les saldrá por 48 euros.

Parece que los vecinos, o parte de ellos, se hayan acostumbrado ya al nuevo sistema, pese a las airadas protestas contra la medida, que la semana pasada se saldaron con decenas de parquímetros saboteados con pegatinas, silicona y pintura. Una crítica que también puede apreciarse en forma de pancarta en algunos balcones, como la que a pocos metros de la Sagrada Familia reza: "Àrea verda, quina merda. Clos, ¿qué te inventarás para que tengamos que pagar más?".

Aunque los responsables municipales no proporcionan cifras y explicaron ayer que esperarán unos días a hacer balance, el alcalde de Barcelona, Joan Clos, y el concejal de Movilidad, Jordi Hereu, coincidieron en celebrar los resultados que apuntan los primeros días. Durante la presentación de los nuevos convoyes de metro en las cocheras de Vilapiscina, el alcalde aseguró que "todo funciona correctamente" y que el área verde se está traduciendo en más espacio para aparcar. Hereu insistió en este aumento y señaló: "Aunque es pronto para evaluar los efectos sobre la congestión, la primera impresión es buena".

39 nuevos trenes para el metro

La plana mayor de los responsables de Movilidad de la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona -el consejero de Política Territorial, Joaquim Nadal; el alcalde, Joan Clos; el concejal Jordi Hereu; el primer teniente de alcalde y presidente de Transportes Metropolitanos de Barcelona y su consejero delegado, Xavier Casas y Constantí Serrallonga, respectivamente, y el director general de la Autoridad del Transporte Metropolitano, Ramon Seró- presentó ayer el primero de los 39 nuevos convoyes que se incorporarán a partir del próximo mes a las líneas 2, 3 y 5 del metro de la capital catalana. Esta última recibirá 33 de las 39 unidades.

Los nuevos trenes sustituirán viejos vagones y ampliarán el servicio de las líneas citadas, y suponen una inversión total de 214 millones de euros, a razón de 5,5 millones por convoy.

Además de contar con los últimos avances en tecnología y confort, los convoyes -con capacidad para 927 viajeros- son totalmente accesibles para personas con movilidad reducida, disponen de televisores y circuitos cerrados de videovigilancia, y están preparados para circular sin conductor.

El ahorro energético y el menor peso son otras características de los nuevos trenes, que se han construido en la fábrica que la empresa vasca CAF tiene en Zaragoza.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Clara Blanchar
Centrada en la información sobre Barcelona, la política municipal, la ciudad y sus conflictos son su materia prima. Especializada en temas de urbanismo, movilidad, movimientos sociales y vivienda, ha trabajado en las secciones de economía, política y deportes. Es licenciada por la Universidad Autónoma de Barcelona y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_