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Reportaje:

El conflicto de la leche

Los ganaderos denuncian que la importación de Francia baja los precios

Ganaderos productores de leche mantienen desde hace unos meses protestas en diferentes puntos de la geografía nacional, y ante distintas empresas, contra la entrada en las plantas de leche de procedencia francesa o portuguesa, fundamentalmente. Los ganaderos han denunciado ante la ministra del sector, Elena Espinosa, que la leche importada ha bajado los precios en origen. Para las industrias, en un mercado único no se puede competir si, mientras unos pagan la leche a 0,33 euros otros la adquieren a 0,28 euros. La consecuencia es que, bajo muchas marcas de leche con nombre en español, se está comercializando legalmente leche importada.

Bajo muchas marcas con nombre en español se están comercializando, legalmente, productos franceses o portugueses

Con una cuota de producción de sólo 6,1 millones de toneladas, la demanda de leche en España supera los 7,5 millones de toneladas. Mientras se hizo la vista gorda desde las diferentes Administraciones para la comercialización de leche sin cuota, el mercado ha funcionado con una cierta estabilidad entre oferta y demanda. Sin embargo, a medida que se han ido cerrando los controles sobre las explotaciones sin cuota, se ha ido agravando también el desajuste entre producción y demanda, lo que se ha traducido en un fuerte incremento de las importaciones desde otros países comunitarios y, muy especialmente, desde Francia, donde la cuota de producción es de 24 millones de toneladas.

En el pasado, los excedentes de leche en otros países comunitarios con cuotas globales muy por encima de su demanda se destinaban en una gran parte a la obtención de leche en polvo y mantequilla. Sin embargo, a raíz de la reforma de la Política Agrícola Común en 2000, por la que se redujeron los precios de los productos lácteos en la intervención y se limitaron las cantidades a entregar, se ha producido un cambio en el mercado. Los ganaderos, en lugar de ofertar a la intervención a unos precios que en este momento podían ser de unos 0,25 euros/kilo de leche, han optado por vender su leche en el mercado a precios en origen en el entorno de 0,28-0,30 euros/kilo.

Lo que está sucediendo en otros países comunitarios, y muy especialmente en Francia, está teniendo unas repercusiones directas sobre el mercado de la leche en España. La escasez de oferta nacional se ha traducido en los últimos meses en una subida de los precios en origen, que llegaron a superar los 0,33 euros/kilo. Sin embargo, la alegría no ha durado mucho en la casa del pobre. Para las empresas, la necesidad de competir en un mismo mercado con el conjunto de las industrias comunitarias obliga a disponer de materia prima a unos precios, si no iguales, similares a los que están pagando el resto de las industrias de otros países cercanos. De acuerdo con este posicionamiento en el mercado, en los últimos meses se ha producido una avalancha de importaciones de leche de otros Estados miembros y muy especialmente desde Francia.

Frente a los precios pagados en origen en España, las importaciones de leche francesa se han colocado en muelle de las empresas a unos precios medios de 0,30 euros/kilo. Esta política ha provocado un efecto muy negativo entre los ganaderos productores de leche que no pueden sostener sus cotizaciones en origen, así como en las propias industrias donde quien no importe tiene mayores dificultades para competir en los mismos mercados.

Según los datos manejados por el sector, las importaciones de leche líquida desde Francia, en cada una de las semanas precedentes, ronda las 12.0000 toneladas, cifra a la que se debe sumar otros productos como leches concentradas. Para el responsable ganadero de Upa, Román Santalla, las importaciones más importantes de leche líquida desde Francia se han llevado a cabo principalmente por empresas con la firma matriz en el país vecino o por otras empresas lácteas especializadas en la producción y venta de productos con marca blanca o de la distribución a precios bajos.

En esa línea, desde la Federación de Productores Lácteos se estima que las importaciones más importantes se han realizado por grupos con la casa matriz en otros países comunitarios como Danone, Nestlé, Lactalis (Lauki), Senoble o Bongrain. Pascual tiene una planta de recogida en la localidad francesa de Montauban adquirida en su día por el viejo grupo Puleva. Igualmente llevan a cabo importaciones grupos como Celta y la propia Central Lechera Asturiana. Por su situación fronteriza, entran grandes partidas de leche para plantas en la zona norte, como sería el caso de industrias catalanas y sobre todo del grupo vasco Iparlat contra el que se han movilizado los ganaderos en los últimos meses.

Elena Espinosa, ministra de Agricultura, Pesca y Alimentación.
Elena Espinosa, ministra de Agricultura, Pesca y Alimentación.G. LEJARCEGI

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