"Debemos reforzar nuestra catalanidad"

Pregunta. En 2002 presentó su candidatura a la presidencia y perdió frente a Josep Laporte. ¿Cuáles son ahora sus posibilidades de ganar?

Respuesta. Todas. Personalmente, me siento continuador de Laporte y de todos los presidentes que ha tenido la institución, con matices, pero no reniego de ninguno. En esta ocasión creí en la posibilidad de una alianza de candidaturas. Lo intenté, pero no pudo ser.

P. ¿Se siente la oposición?

R. No soy oposición de nadie. La mía es una candidatura de alternativa. Los dos programas tienen puntos comunes y diferentes. Los énfasis y los estilos son, sin embargo, diferentes.

P. ¿Su programa es el mismo que presentó en 2002?

R. Los ejes generales son parecidos. No es que no hayan cambiado las cosas, pero tampoco lo han hecho tanto como para que tuviera que modificar esencialmente el programa. Mantengo como hecho sustancial la voluntad de reforzar el sentimiento de catalanidad y, por tanto, de poner de relevancia la cultura y la ciencia nacionales de Cataluña. Considero peligroso el proceso de mundialización que tiende al pensamiento único. No estoy en contra de determinadas soluciones positivas, pero debemos vigilar porque el pensamiento único puede abocar a la desaparición de las diferencias culturales y lingüísticas de muchos pueblos.

P. Usted es presidente de la sección filológica del IEC. ¿Es ésta la estrella de la institución?

R. Sí, y no debería serlo. Creo que no es bueno para el IEC que exista un desconocimiento tan profundo por parte de la sociedad civil y los políticos de lo que hace la institución más allá de establecer la normativa de la lengua. En el IEC se investiga en todas las áreas de conocimiento.

P. ¿Cuál es el motivo de este desconocimiento?

R. No lo hemos hecho bien.

P. ¿Qué soluciones propone?

R. Debemos darnos a conocer a los poderes públicos. Si éstos conocen el trabajo que hacemos podremos proyectarnos más a la sociedad. Nuestra candidatura propone establecer un contrato programa plurianual con las administraciones que garantice una partida económica de funcionamiento y otra de proyectos que obligará a los poderes públicos a conocer y valorar las investigaciones que presentamos. Estos proyectos deberían revertir en beneficio suyo y de la sociedad en general. Debemos lograr, además, que los gobiernos nos consulten en los problemas importantes sobre cuestiones de las que se ocupa el IEC. Esto apenas se hace.

P. ¿Y algo más directo?

R. Que el IEC se descentralice y tenga diversas delegaciones y que se organizan actos importantes en otras sedes.

P. ¿Volverá a presentar su candidatura para presidente si pierde estas elecciones?

R. No me lo he planteado. Tras la muerte de Laporte me lo planteé porque en 2002 obtuve un amplio apoyo de los académicos. Además, éstos me lo pidieron y he podido confeccionar libremente mi candidatura. No sé cuál podría ser otro escenario.