La bola de 'Moure el món' deja de rodar
La esfera del espectáculo que presidió el puerto de Sant Adrià queda instalada en Sant Antoni de Calonge
Como el jarrón que nadie sabe dónde colocar. Algo parecido ha ocurrido con la gran esfera del espectáculo Moure el món, que presidió el puerto del Fórum durante los 141 días que duró el evento. Sus organizadores querían salvarla del desguace que hubiera supuesto venderla por kilos en la subasta. Entablaron conversaciones con el Puerto de Barcelona, pero no cuajaron porque la Autoridad Portuaria no quería quedarse con una inmensa bola de 23 metros de diámetro y 150 toneladas de peso sin saber qué hacer con ella.
La situación era comprometida: la esfera no tenía postor y la organización estaba obligada a vaciar el puerto antes del 1 de noviembre. Y casi por sorpresa se anunció el destino del símbolo del evento: la localidad de Sant Antoni de Calonge (Baix Empordà).
El alcalde del municipio, Jordi Soler (CiU), se llevó la bola, y con ella algún que otro quebradero de cabeza. El asunto estaba en boca de todo el mundo, desde las entidades del pueblo hasta los vecinos y, lógicamente, la oposición, algunos miembros del equipo de gobierno y la prensa local. Todo el mundo expuso sus propuestas. La decisión más polémica era elegir su ubicación: ¿En Sant Antoni o en Calonge? "Era casi una broma que corría en el pueblo. Calonge es el primer núcleo de población y Sant Antoni el segundo, y hay hasta una petición de segregación que está en el Tribunal Supremo. Por este motivo tenemos que hacer instalaciones a pares: dos ambulatorios, dos polideportivos...", explica el líder del PSC, en la oposición, Antoni Esteve. Pero era imposible adquirir dos bolas, así que la decisión final ha sido salomónica. "La esfera está entre los dos términos", asegura Soler.
Hallar una ubicación no ha sido fácil. Cuando se dio a conocer la decisión, Soler se limitó a decir: "Se instalará en un punto de bienvenida a los ciudadanos que nos visitan y cerca del mar". Sonó con fuerza la posibilidad de colocarla en una rotonda, pero ¿cuál puede albergar tan enorme escultura sin dificultar el tráfico? La siguiente opción fue instalarla en los espigones de la playa, lo cual precisaba el permiso del Ministerio de Medio Ambiente. No se autorizó, de forma que se tuvo que pensar en otro emplazamiento. "Es cierto que somos un pueblo que tiene sus controversias y sus corrientes de opinión", admite Soler, "pero si no iba a la playa, ya teníamos decidido otro destino alternativo".
Finalmente se optó por el Parque de Actividades Económicas, un espacio situado en la entrada del municipio destinado al desarrollo empresarial de la localidad. La oposición del Ayuntamiento planteó entonces otra cuestión: "¿Y todo esto cuánto nos cuesta?". Según Soler, nada. "El traslado desde Barcelona, la restauración y la instalación se han pagado con las aportaciones de varios patrocinadores locales", afirma. La oposición no duda de ello, pero insiste en que "ésta no es forma de hacer las cosas. No ponemos en tela de juicio que se haya hecho de forma legal, sino que denunciamos que se ha hecho mal. Se aceptó el regalo y luego se pensó cómo pagar los costes que suponía. Tendría que haber sido al revés", lamenta Esteve.
La bola fue ayer inaugurada en una ceremonia a la que asistieron, además del alcalde de Sant Antoni de Calonge, la directora de la Fundación Fórum, Mireia Belil, y el que fue el director del evento, Jordi Oliveras. Tras la ceremonia, los asistentes pudieron ver una exposición fotográfica que recoge todas las vueltas que ha dado la bola del Fórum: su creación en unos talleres de La Muela (Zaragoza), el transporte en 32 tráilers hacia Barcelona y su marcha a Sant Antoni de Calonge.
Soler tiene clara la función que debe desempeñar la esfera a partir de ahora: convertirse en la imagen turística de la localidad. "Debe ser un icono no sólo promocional, sino también cultural", aclara. Y para demostrarlo, ya se ha preparado un gran espectáculo para el próximo 18 de junio firmado por Hansel Cereza, que también ideó el espectáculo Moure el món, que durante 141 días dio la bienvenida a la noche en el puerto del Fórum. Al fin, la bola del mundo dejará de rodar.
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