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VIOLENCIA EN IRAK

Berlusconi dice que la alianza con Bush está "fuera de toda discusión"

El primer ministro da su versión de la muerte del agente secreto en Irak

Enric González

El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, realizó ayer un difícil ejercicio de equilibrismo ante el Parlamento. Reafirmó la convicción de su Gobierno de que la dotación militar estadounidense que mató al agente secreto Nicola Calipari en Bagdad era "culpable", pero subrayó a la vez que no hubo voluntariedad, que el Pentágono investigó los hechos honestamente (pese a alcanzar conclusiones muy distintas a las italianas), y que su alianza con el presidente George W. Bush está "fuera de toda discusión".

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El objetivo de Berlusconi, al comparecer ante la Cámara de Diputados y el Senado, consistía en salvaguardar la dignidad nacional, tras la muerte a tiros de Calipari y la imposibilidad de alcanzar un acuerdo con Washington sobre las circunstancias del incidente, y a la vez echar tierra sobre el asunto.

Más o menos lo consiguió, gracias a la actitud moderada de la oposición. Romano Prodi y los suyos, como Berlusconi, no deseaban poner en peligro la alianza con Estados Unidos. El secretario general del Partido de los Demócratas de Izquierda, Piero Fassino, habló en nombre del centro-izquierda y exigió a Bush que pidiera disculpas. Pero aceptó el argumento básico del Gobierno: la muerte de Calipari no debía originar un conflicto con la hiperpotencia.

Il Cavaliere dejó claro desde el principio que las divergencias con Washington en el caso Calipari no constituían razón para una retirada italiana de Irak, que resultaría "tan incomprensible como irresponsable" en un momento en que la democratización del país se presentaba aún "cuesta arriba y llena de riesgos".

"Una disminución progresiva de nuestra presencia en Irak ciertamente se producirá, ya lo dije y he hablado de ello personalmente con Bush y con Blair", añadió, sin precisar plazos ni fechas. El senador vitalicio Giulio Andreotti le recriminó la vaguedad con una de sus frases típicas: "Errar es humano, perseverar en el error es diabólico", declaró el ex presidente democristiano.

Berlusconi entró luego en los detalles de los acontecimientos del 4 de marzo. Calipari, un alto mando del Servicio de Inteligencia Militar italiano, y otro agente acababan de pactar la liberación de la periodista Giuliana Sgrena en el centro de Bagdad y la trasladaban por carretera al aeropuerto. El puesto de control del que partieron los disparos que mataron a Calipari, dijo Berlusconi, era "irregular" porque carecía de señalización y estaba oculto tras una curva. "El Pentágono ha anunciado que cambiará las normas de los puestos de control, con lo que, de forma implícita, reconoce que las existentes hasta ahora no eran adecuadas", añadió.

"Una cosa es concluir, como han hecho los americanos, que no existe responsabilidad ni hacen falta medidas disciplinarias; otra es, como hemos hecho nosotros, subrayar la ausencia de voluntariedad. No hace falta ser experto en Derecho para entender que la ausencia de dolo [voluntariedad o malicia] no excluye la culpa, que puede ser atribuible a la impericia o a la negligencia", explicó.

Pese a todo, afirmó, su amistad con Bush y la alianza entre Roma y Washington estaban por encima de todo: "La amistad de Estados Unidos hacia Italia está fuera de discusión y de ello han dado muestra las máximas autoridades americanas: del presidente Bush, que ayer [por anteayer] me telefoneó para expresar de nuevo sus condolencias, a la secretaria de Estado, Condoleezza Rice. Nuestra alianza se apoya sobre cimientos indestructibles. La nuestra es una amistad leal, sincera y no subalterna", agregó.

Berlusconi aseguró que los fiscales romanos que investigaban el asunto contarían con "el apoyo firme y decidido" de su Gobierno. Ése fue un brindis al sol, ya que la justicia italiana nunca podría interrogar al soldado que disparó ni a los otros militares presentes.

A la salida del Senado, Il Cavaliere se dijo "consciente de las dificultades objetivas a las que se enfrenta la investigación judicial italiana, y de los riesgos que la acompañan".

Silvio Berlusconi, tras la comparecencia de ayer en el Parlamento italiano.
Silvio Berlusconi, tras la comparecencia de ayer en el Parlamento italiano.ASSOCIATED PRESS

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