López incluye a EHAK en su ronda con los partidos para intentar ser 'lehendakari'

El Comité Nacional del PSE-EE dio ayer luz verde a que su líder, Patxi López, abra una ronda de contactos "sin exclusiones" en la que buscará apoyos a su candidatura para ser lehendakari. En su intervención ante el Comité Nacional, López criticó a Juan José Ibarretxe por negarse a hacer autocrítica y a "introducir la más ligera rectificación" sobre el plan que lleva su apellido. "Han sido sus propios votantes los primeros que le han dado la espalda", dijo. El líder del PSE abogó por "superar los frentes" en la nueva etapa política y buscar el entendimiento. EHAK, que hoy presentará su grupo parlamentario, ha anunciado que no apoyará al candidato de PNV-EA, Juan María Atutxa, para la presidencia de la Cámara vasca.

Los socialistas vascos tienen intención de iniciar el próximo lunes la ronda de conversaciones "sin exclusiones" con los partidos vascos, que se cerraría con la presidenta del PP vasco, María San Gil, para sondear los respaldos que puede encontrar López en su propósito de disputar a Ibarretxe la investidura como lehendakari.

En la reunión de ayer sólo tres de las 16 personas que tomaron la palabra mostraron sus reticencias a la resolución de la dirección, luego aprobada por unanimidad, una de ellas José Antonio Maturana, ex consejero del Gobierno vasco y miembro de ¡Basta Ya! La resolución aprobada incluye, además de los contactos, la creación de una mesa de partidos para abordar la paz y el impulso de una ponencia parlamentaria para reformar el Estatuto "con respeto al marco jurídico constitucional" y con "una mayoría de dos tercios".

La sesión no estuvo exenta de autocomplacencia por la campaña y los resultados electorales que han colocado al PSE como segunda fuerza en Euskadi, sirvió para que López reiterara que su proyecto es "de largo recorrido" y que "no tenía voluntad de agotarse en estas elecciones para ser rectificado al día siguiente". Esto ha sido algo consustancial al socialismo vasco tras las últimas contiendas electorales. La de 2001 concluyó meses después con un congreso extraordinario que aupó a la secretaría general a López en detrimento de las posiciones de su antecesor, Nicolás Redondo Terreros.

López interpretó ayer que algo está empezando a cambiar en Euskadi cuando el aumento de la abstención (10 puntos frente a 2001) ha perjudicado especialmente al PNV y no al PSE, como ocurría antes. El líder socialista interpretó estos resultados -y el aumento de votos del PSE, el único que ganó apoyos absolutos y porcentuales el 17-A- como la evidencia de que existe una "corriente de fondo" por el cambio, el diálogo y el acuerdo, y no "por las aventuras, las imposiciones y los enfrentamientos". Anunció seguidamente su voluntad de abrir la ronda de contactos sin exclusiones y reiteró que el cambio en Euskadi sólo será posible "con un lehendakari socialista". El líder del PSE, que reunió a su ejecutiva horas antes del Comité Nacional, dijo que quienes son "incapaces de rectificar no merecen seguir en el Gobierno".

Los socialistas esperan que el PP apoye la candidatura de López en la investidura y forzar así un empate a 33 votos, que obligaría a Ibarretxe a recurrir al apoyo de EHAK para salir elegido, ya que el actual tripartito PNV-EA-EB, con el eventual refuerzo de Aralar, suma también 33 escaños. "Queremos que Ibarretxe entienda que debe optar desde ya", señalan fuentes de la ejecutiva del PSE. No obstante, rehúsan adelantar aún si van a mantener su opción hasta el final, con riesgo de bloqueo, o si, como piensan algunos en la dirección del PSE, no hará falta retirar la candidatura, al estimar que la misma EHAK que le niega el apoyo a Atutxa se lo dará a Ibarretxe en la segunda votación. En primera instancia, el candidato necesita mayoría absoluta para ser elegido lehendakari, pero en la segunda basta la mayoría simple.

La primera complicación para la coalición nacionalista es la constitución de la Mesa del Parlamento. Cada cual por distintos motivos, PP, PSE y EHAK le han dicho ya al PNV que presente otro candidato que no sea Juan María Atutxa para empezar a hablar, informa Isabel C. Martínez. En el caso del PSE y PP, ni siquiera ha bastado para rehabilitar al hasta ahora presidente de la Cámara la sugerencia de la posibilidad de alcanzar un acuerdo que deje fuera de la Mesa a los radicales, que les fue trasladada la semana pasada por el comisionado del PNV para los primeros tanteos. Los socialistas tienen posibilidades de disputar la presidencia y se apunta como candidata a Isabel Celaá.

El presidente del PNV, Josu Jon Imaz, salió al paso de la delicada situación para asegurar que Atutxa seguirá siendo su candidato. Imaz reprochó a los portavoces de EHAK que veten a Atutxa, cuando piden una política sin exclusiones para la nueva etapa.