Bargalló insta a las empresas canadienses a invertir en Cataluña

El primer consejero del Gobierno catalán, Josep Bargalló, celebró ayer una reunión con empresarios canadienses de la provincia de Ontario, la más dinámica de Canadá, para convencerles de la oportunidad de invertir en Cataluña. Acompañado de empleados del Copca y el Cidem, Bargalló presentó Barcelona como puerta hacia el mercado europeo y mediterráneo, e insistió en las posibilidades de intercambios comerciales, al margen de las relaciones que tradicionalmente ha mantenido Cataluña con la provincia de Quebec.

Ontario representa el 40% de la economía canadiense y el Gobierno catalán empieza a pensar que los lazos emocionales con Quebec son positivos, pero los económicos con Ontario pueden ser mucho más fructíferos. El primer consejero cerró su visita a Toronto con una entrevista con el primer ministro de Ontario, Dalton McGuinty, del Partido Liberal.

Cataluña y Ontario firmaron hace años un protocolo de colaboración nunca desarrollado, explicó Bargalló. Y sin embargo, el Ejecutivo que preside Pasqual Maragall está convencido de que Cataluña es una excelente plataforma de los canadienses hacia Europa, y Ontario es una buena plataforma de Cataluña hacia Norteamérica.

Bargalló, que finalizó ayer una visita de cuatro días a Canadá, de los que tres han estado centrados en Quebec y sólo uno en Toronto, la capital de Ontario, hizo un discurso muy diferente a los pronunciados ante el empresariado y el público de quebequeses. Si en la provincia francófona insistió en los paralelismos de dos territorios con una lengua diferente a la de su Estado, en Toronto, zona anglófona, no hizo ni una sola mención a la cuestión lingüística y, además, se refirió varias veces a España, alternando esta expresión con la de "Estado español", la única que empleó en Quebec. Además, Bargalló ha estado siempre acompañado de los respectivos cónsules españoles, a los que ayer agradeció en público su dedicación.

La intervención de Bargalló se centró exclusivamente en aspectos económicos. Canadá y España, dijo, forman parte de los 10 países más desarrollados, pero sus intercambios están bajo mínimos y deberían crecer. Un ejemplo: hace unos años había un vuelo directo entre Canadá y Barcelona que fue suprimido. Ahora, dijo, hay posibilidades de recuperar esta conexión. Y es así porque ha aumentado considerablemente el número de turistas canadienses que viajan a Cataluña y a la inversa. "Las autoridades canadienses me han asegurado que las negociaciones van bien y que hoy las cosas están mejor que ayer", dijo Bargalló.