Madrid y Washington discuten el estatuto de los espías estadounidenses en España
El Comité Bilateral de Defensa de Alto Nivel Hispano-Norteamericano se reunió ayer en el Pentágono para repasar las relaciones militares entre ambos países. Entre los temas a abordar figura el estatuto de los servicios de inteligencia de la Marina y Ejército del Aire de EE UU en España. Ambos llevan años actuando en territorio español, pero su presencia se legalizó en la última reforma del convenio bilateral, en abril de 2002. Los atentados del 11-S y la creciente preocupación por la seguridad de sus tropas han llevado a EE UU a incrementar la actividad de estos servicios en el extranjero.
El convenio prevé la firma de un MOU (siglas en inglés de Memorándum de Entendimiento) que regule el estatuto de estos servicios en España y, en particular, la necesidad de que coordinen sus investigaciones con los servicios de información españoles. Hasta ahora, sin embargo, no ha sido posible firmar este MOU, ya que EE UU no acepta los mecanismos de control que España considera necesarios.
También está pendiente el reparto de los nuevos aparcamientos de la base de Morón de la Frontera (Sevilla). El Ejército del Aire español está desplegando allí sus nuevos cazas Eurofighter y necesita espacio para ellos, pero EE UU alega que los aparcamientos fueron pagados con fondos estadounidenses. Además, ambas delegaciones tenían previsto analizar el uso de los nuevos satélites militares de comunicaciones que Defensa adjudicó a la firma estadounidense Loral.
Aunque no figura en el orden del día, la parte española está a la espera de que EE UU concrete oficialmente su plan de convertir la base de Rota (Cádiz) en sede de las fuerzas de operaciones especiales que actualmente tiene dispersas en Europa, facilitando así su intervención contra los reductos de Al Qaeda en el África subsahariana. Bono no quiso ayer pronunciarse al respecto, alegando que "no sería prudente" adelantar lo que hablará hoy con Donald Rumsfeld.
Por el mismo motivo, no quiso revelar qué le dirá sobre las ventas de armas españolas a Venezuela, pero subrayó que los buques y aviones que España suministrará al régimen de Hugo Chávez no van armados y sólo sirven para el transporte y la vigilancia del litoral.
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