Ernesto Alterio se empeña en dominar el destino en 'Semen'

Dominar el azar es un propósito frustrado que, a pesar de todo, se pretende a menudo. El protagonista de la nueva comedia que presentaron en el Festival de Málaga el dúo Daniela Fejerman e Inés París, Semen, una historia de amor, se empeña una y otra vez en que el mundo es un previsible laboratorio. "Tu semen son las primeras gotas de un gran diluvio universal", revelan a Serafín (Ernesto Alterio en la pantalla). Alterio es en la cinta un biólogo pusilánime y neurótico que se enamora de una trapecista cuando ésta acude a someterse a una inseminación artificial. La artista circense que pone su mundo patas arriba es Ariadna (Leticia Dolera), y Serafín resulta ser un cobarde inmaduro que aún comparte piso con su padre (Héctor Alterio).

"¿No se te ocurre nada más original que copiarme?", pregunta, inquisidor, el padre al hijo. Los Alterio comparten por primera vez película, y ayer, a falta de Héctor, Ernesto desveló detalles de un rodaje familiar: "Fue curioso pero raro llamarle papá en otro contexto", confió. El actor se puso trascendente y destacó la fascinación que le produjo observar el día a día de los científicos que lidian con la inseminación artificial: "Es gente que tiene el principio de la vida en sus manos", recordó.

El dúo de directoras retoma la provocación, con el sexo y el amor de fondo, al igual que en su comedia anterior A mi madre le gustan las mujeres. La actriz Leticia Dolera, pálida y maquillada de púrpura, miraba a cámara ayer en el posado y señalaba con el índice desafiante: "Es lo que hace Antonio Banderas en todas las fotos", bromeó.

Durante el festival, las altas temperaturas corresponden en exclusiva a Nacho Vidal, la estrella del porno nacional. Vidal ha presentado Toxic dentro del hueco otorgado por el festival a la sección más libertina, Zona-Z, donde el porno sale del gueto y demuestra sus ambiciones de mezclar géneros y "hacer algo más".

Por la noche, los compañeros de profesión otorgaron al veterano actor Manuel Alexandre el premio Fundación Aisge a Toda una Vida. "En principio, es mi retirada de la profesión", avisó el actor, que a sus 87 años acaba de terminar el rodaje del que será previsiblemente su último filme, Elsa y Fred.

Pilar Bardem le entregó el premio a Vicente Alexandre por los más de 300 títulos y 60 años de carrera profesional que lleva a sus espaldas el actor. "A estas alturas no estoy para inquietarme, pero siempre es especial que te reconozcan los compañeros de profesión", matizó.

Entre los filmes a competición en el Festival de Málaga, ayer se proyectó también Los nombres de Alicia, de Pilar Ruiz, un drama en el que una familia se ve seducida al completo por una joven que se convierte en el centro de sus deseos.