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Los jueces aplazan la lectura de la sentencia de Jodorkovski

Pilar Bonet

El tribunal de Moscú que durante 10 meses ha juzgado al magnate petrolero Mijaíl Jodorkovski, en otro tiempo el hombre más rico de Rusia, retrasó repentinamente la lectura de la sentencia, prevista para ayer, hasta el 16 de mayo. Una escueta nota que apareció por la mañana en la puerta del juzgado anunció esta decisión, sobre la que no se dieron explicaciones. La falta de claridad sobre los motivos del retraso a una fecha posterior a las fiestas del 60º aniversario de la Segunda Guerra Mundial dio pábulo a todo tipo de conjeturas.

Los analistas que se pronunciaron sobre el tema se mostraron divididos. El retraso, según unos, obedece al deseo de evitar incomodidades al presidente Vladímir Putin en su cita con los numerosos invitados internacionales que acudirán a los festejos de Moscú, justo cuando el líder ruso trata de estimular la inversión extranjera.

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El aplazamiento, según otros, tiene como finalidad la revisión de la sentencia para hacerla más benigna. Esta última tesis era abonada por las palabras de Putin, quien se refirió al "terrorismo fiscal" esta semana en su discurso sobre el Estado de la nación, aludiendo a las continuas inspecciones fiscales no justificadas a las que está sometido el empresariado ruso.

Andréi Ilariónov, el consejero económico del presidente, opinó que el mensaje de Putin podía influir en la decisión judicial sobre Jodorkovski, ya que Yukos, la petrolera fundada por éste, se ha visto afectada por ese fenómeno. "Las palabras sobre el terrorismo fiscal se referían precisamente a Yukos", dijo Ilariónov.

Una sentencia más benévola

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Según fuentes próximas al Kremlin, la sentencia de 300 páginas, que estaba ya escrita con ayuda de la administración presidencial, puede ser corregida ahora para hacerse más benévola con el fin de restablecer la confianza de los inversores. Según estas fuentes, Jodorkovski podría ser puesto en libertad antes de que concluya el mandato de Putin en 2008. Jodorkovski, sin embargo, tendrá que renunciar a recuperar la petrolera siberiana Yugansneftegaz, la joya de la corona de Yukos, que el pasado diciembre pasó a manos de los administradores del Estado gracias a una truculenta subasta de privatización, supuestamente convocada para atender al pago de las facturas fiscales acumuladas por Yukos.

Jodorkovski, que fue detenido en octubre de 2003, se sienta en el banquillo con otros dos ejecutivos. La Fiscalía le acusa de diversos delitos, desde estafa a apropiación indebida, pasando por impagos a Hacienda y participación en una banda delictiva. El fiscal pide 10 años de cárcel, y los abogados, la absolución. El proceso contra el magnate está relacionado con la privatización de una empresa en la península de Kola en 1994 y ha sido independiente de la campaña de acoso contra Yukos.

Jodorkovski ha mantenido una gran entereza a lo largo del proceso y ha aprovechado su encarcelamiento para leer y escribir sus reflexiones filosóficas, publicadas en la prensa.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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