Rajoy: "Que nadie se dedique a amenazar"
Mariano Rajoy, líder del PP, fue preguntado ayer por la exhortación del Vaticano para que los funcionarios católicos hagan objeción de conciencia y no celebren matrimonios entre homosexuales y por el anuncio del alcalde del PP de Valladolid de que no piensa celebrar estas uniones. El presidente de los populares intentó rebajar tensión a la polémica e, implícitamente, pidió que no se obligue a quien no quiera a celebrar estos matrimonios: "Me gustaría que nadie se dedicara a amenazar a unas ni a otras personas. Desde los ayuntamientos se celebran los matrimonios con arreglo a acuerdos que lleguen; unas veces casa un concejal, otras veces casa otro. Y no entraría en más polémicas sobre este asunto".
Rajoy defendió así que dentro de los ayuntamientos se acuerde qué concejales no quieren, por cuestión de conciencia, celebrar estas uniones, y que esa tarea quede encomendada a quienes no tengan esa opinión. Y todo ello "sin amenazar ni a unos ni a otros".
El líder del PP aprovechó la pregunta sobre la objeción de conciencia de algunos alcaldes del PP, que arrancó el regidor de Valladolid, Javier León de la Riva, para reiterar que a su partido le parece mal que la ley, que aún debe pasar el trámite del Senado, permita a estas parejas la adopción de niños. "No había ninguna razón ni nadie entiende por qué España tiene que ponerse a la cabeza en estas cosas. Creo que nadie, y estoy hablando de la adopción por parte de homosexuales, se ha parado a pensar en los intereses de los niños", aseguró Rajoy, quien reiteró que el PP está a favor de regular por ley "las uniones de hecho", pero sin denominarlas matrimonio y sin la adopción.
La polémica sobre la objeción de conciencia de los funcionarios que deben, por ley, oficiar los matrimonios homosexuales llegó también al Congreso. El portavoz del PSOE en el Congreso, Alfredo Pérez Rubalcaba, reclamó a Rajoy que exija a los alcaldes de su partido que oficien estas bodas, y aseguró que las declaraciones de varios alcaldes populares son "reaccionarias".
El portavoz del PP, Eduardo Zaplana, fue directamente preguntado por las declaraciones del alcalde de Pontons (Barcelona), que llamó ayer "tarados" a los homosexuales. Zaplana dijo que "condenaba" esa afirmación y la calificó como uno de los "sin sentidos que, desgraciadamente, se producen todos los días". Inmediatamente, Zaplana, como Rajoy, pidió que no se busque "el enfrentamiento" político por estos asuntos porque "así no se construye un país".
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