La infiltración es tan eficaz como la cirugía en el tratamiento del túnel carpiano
Un estudio español publicado en Arthritis and Rheumatism (la revista de mayor impacto en el campo de la reumatología) demuestra que las infiltraciones locales tienen la misma eficacia que la cirugía en el tratamiento del síndrome del túnel carpiano. Este proceso se caracteriza por un atrapamiento del nervio mediano de la región de la muñeca que produce hormigueo o parestesias en la mano, sensación de acorchamiento e incluso dolor.
Su prevalencia actual es del 3% en la población occidental. Se ha observado un aumento en los últimos años con el masivo uso de los ordenadores (teclado y ratón), ya que pueden provocarlo los movimientos repetitivos que exigen la flexión hacia abajo de la muñeca. No obstante, los expertos siguen sosteniendo que en la mayoría de los casos este problema es de origen idiopático o desconocido.
Se trata del primer ensayo clínico realizado en el mundo que compara aleatoria y prospectivamente la eficacia de las infiltraciones locales mediante inyección con corticoides y la cirugía. Se ha estudiado una muestra de 163 muñecas y 101 pacientes entre octubre de 1998 y mayo de 2001.
El ensayo ha sido dirigido por José Luis Andreu, reumatólogo del hospital Puerta de Hierro de Madrid. Según Andreu, en este análisis se ha hallado "cualitativamente una eficacia ligeramente superior de las infiltraciones frente a la cirugía a los tres meses, sin encontrarse diferencias entre ambos métodos a los 6 y 12 meses de seguimiento".
Reducción de costes
Los datos que aporta el estudio español son de gran trascendencia con vistas a "aliviar la presión quirúrgica y reducir costes en el Sistema Nacional de Salud", explica José Luis Andreu. "Esto significa, además", añade, "que los pacientes no tendrán que pasar por el quirófano, de modo que para ellos resultará mucho más cómodo y menos molesto. El síndrome del túnel del carpo es una patología sumamente frecuente y que consume un gran número de horas de quirófano".
Las infiltraciones consisten en administrar corticoides al lado del nervio mediante inyección. "Nuestro trabajo prevé dos infiltraciones: una primera, en la que se espera ya obtener respuesta positiva, y una segunda, que se administra a las dos semanas en caso de que la primera no haya dado resultado", indica Andreu. Las infiltraciones pueden aplicarse en el ámbito extrahospitalario y realizarse por un médico de familia bien entrenado.
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