Berlusconi insiste

Hasta Silvio Berlusconi ha tenido que reconocer que en las recientes elecciones regionales los italianos transmitieron "un malestar de grandes dimensiones". Pero en vez de convocar elecciones anticipadas -que hoy por hoy perdería-, ha preferido ganar tiempo y limitarse a una crisis de Gobierno, lo que en Italia implica presentar la dimisión del Gabinete para que el presidente Ciampi, como hizo ayer, le encargue formar uno nuevo. Así, el malestar seguirá arrastrándose, quizá hasta el final de la legislatura, en mayo de 2006. La sensación es que, pese a todos los medios de comunicación públicos y privados que el magnate tiene bajo su batuta,

Italia está empezando a pasar la página de Berlusconi.

No se esperan grandes cambios en el nuevo Gobierno, que se conocerá quizá hoy y afrontará la semana entrante un voto de confianza en el Parlamento. El primer ministro italiano dijo ayer que ha aceptado el encargo presidencial, tras conseguir un acuerdo con sus aliados políticos para impulsar la coalición de centro-derecha con nuevas prioridades. El problema central es si, como promete, sacará adelante la ley de descentralización, que le reclama su socio de la Liga Norte, para obtener más autonomía en la región septentrional que es su base. Y también cómo acomodar a los democristianos, uno de los dos partidos del cuatripartito que le retiraron el apoyo y han provocado esta crisis para reclamar un cambio de rumbo.

Lo importante no serán tanto las caras de los nuevos ministros como el programa para estos meses, ahora que, de hecho, ya ha empezado la campaña para las próximas generales. Desde Bruselas, el comisario encargado de velar por el Pacto de Estabilidad, Joaquín Almunia, ha tenido que mandar un mensaje a Il Cavaliere para que no caiga en la tentación electoralista de aumentar el gasto público para ganar votos, cuando las cuentas nacionales ya están disparadas. Berlusconi, al que la justicia aguarda a la vuelta de la esquina, se puede recuperar, pero ha perdido fuerza. Tanta que no ha podido aguantar la presión y se ha visto forzado a anunciar que en septiembre empezará a retirar sus tropas de Irak.