El antiguo 'número dos' de Fischer se declara inocente en el caso de los visados

El ex secretario de Estado alemán de Exteriores Ludger Volmer negó ayer su responsabilidad en el caso de las irregularidades en la concesión de visados para entrar a Alemania entre los años 2000 y 2003 ante la comisión parlamentaria que investiga el asunto. Volmer acusó a medios y oposición de orquestar una campaña difamatoria y se negó a implicar al ministro Joschka Fischer en el escándalo. "Han disparado todos los cañones contra mí para que yo diga: yo no fui, fue Fischer", afirmó.

Volmer, cuya firma quedó estampada en el decreto que presuntamente permitió la entrada al país y al espacio europeo de Schengen de cientos de miles de inmigrantes ilegales y propició la trata de blancas, aseguró que no fue su decreto el que originó el problema. Los abusos por parte de bandas de traficantes se debió más bien a un seguro de viajes introducido por el anterior Gobierno de Helmut Kohl, explicó. El que fuera responsable de la Secretaría de Estado de Exteriores entre 1998 y 2002 bajo el Gobierno de coalición de socialdemócratas (SPD) y Verdes acusó a medios de comunicación y oposición de orquestar una campaña difamatoria contra él.

Volmer y Fischer han sido acusados de no haber actuado a tiempo para atajar los problemas cuando comenzaron a llegar las voces de alarma de las embajadas del este de Europa. También se acusa al Ministerio de Exteriores de entorpecer las investigaciones de la fiscalía de Colonia. Además, miembros de la comisión de investigación pertenecientes a la oposición aseguran que el Gobierno retiene aún importantes documentos que ayudarían a esclarecer los hechos.La comparecencia parlamentaria de Volmer fue televisada, como lo será la de Fischer el próximo lunes.