La Fundación Tàpies exhibe la peculiar visión de Fernando Bryce sobre el pasado
La exposición reúne series de dibujos en las que el artista cuestiona la historia oficial
El archivo, la memoria, el pasado y el presente, y la relación entre el poder y las imágenes son los puntos cruciales del discurso del artista peruano afincado en Berlín Fernando Bryce (Lima, 1965), cuya obra se presenta en la Fundación Tàpies de Barcelona hasta el próximo 10 de julio. La exposición reúne numerosas series de dibujos, en las que el artista rescata documentos e imágenes expresamente silenciados o marginados por la historia oficial, para ofrecer nuevas visiones de momentos y eventos emblemáticos de nuestro pasado reciente.
La operación es sencilla sólo en apariencia, ya que Bryce lleva a cabo su personal reescritura de la historia de una forma tan peculiar como fascinante. Primero busca en archivos y bibliotecas información sobre el tema que le interesa, luego selecciona material documental de tipo y origen muy diverso, como textos, fotografías, recortes de periódicos, anuncios publicitarios, estadísticas, informes burocráticos y propaganda política. Finalmente uniformiza las fuentes, copiándolas en tinta china y convirtiéndolas en dibujos del mismo tamaño, con el objetivo de ofrecer nuevos relatos visuales e inéditas interpretaciones históricas, sin alterar mínimamente los contenidos originales. El resultado es un fresco en blanco y negro, de gran potencia visual y narrativa, que alterna retratos de personajes emblemáticos con reproducciones de material gráfico y un gran número de transcripciones literales de documentos textuales.
"A pesar de la aparente objetividad, Bryce consigue evidenciar los detalles ocultos o silenciados de la memoria histórica colectiva, desenmascarando las estrategias de los discursos oficiales del poder", explicó Helena Tatay, comisaria de la muestra, que se completa con un libro catálogo que constituye la primera monografía dedicada al artista.
Este sistema creativo, que Bryce denomina "el método del análisis mimético", se materializa en Revolución, una serie de 219 dibujos que reconstruyen el panorama latinoamericano en la década de 1960 siguiendo los desplazamientos de Che Guevara, y las dos series dedicadas a la Guerra Civil española (en total, 148 piezas), donde crea una verdadera red iconográfica a partir de las múltiples fuentes de la época. "El criterio de selección de los documentos varía según la obra. La idea es rescatar lo más emblemático para ofrecer un panorama desde el cual sobresale por su propio peso la historia más marginada", señaló Bryce.
La exposición se abre con una gran instalación, Visión de la pintura occidental, expuesta en la Bienal de Venecia de 2003, que relata la historia del Museo de las Reproducciones Pictóricas, abierto en Lima en 1951, en el ámbito de una política de difusión cultural impulsada por la Unesco con el objetivo de democratizar el arte a través de la réplica de obras universales en offset, la gran innovación tecnológica del momento. La instalación consta de 39 fotografías de las obras reproducidas en el museo y 96 dibujos de otros tantos documentos (desde cartas hasta notas de gastos), que recorren la fracasada trayectoria de la institución hasta su cierre en 1986.
Neocolonialismo
Trata del neocolonialismo cultural también Américas, una serie de 44 reproducciones de portadas y páginas de la revista homónima, órgano oficial de la Organización de Estados Americanos, publicadas en las décadas de 1950 y 1960. La presión tanto económica y política como cultural y social de Estados Unidos sobre los países de América Latina se percibe en obras diversas, como México, basada en folletos de promoción turística destinados al mercado estadounidense, y Guatemala 54, que reproduce documentos relativos al golpe organizado en 1954 por la CIA y la United Fruit Company contra Jacobo Arbenz, presidente electo de este país centroamericano.
Una serie está dedicada a Trotsky, según el artista, "una de las figuras más demonizadas del siglo XX por comunista, judío y, para algunos, traidor", y otra a su admirado Walter Benjamin, el filósofo autor del célebre ensayo sobre la obra de arte en la época de la reproducción tecnológica.
