El escritor chileno Pablo Illanes describe en 'Fragilidad' las enfermedades que oculta el alma

Una hepatitis que lo mantuvo tres meses encerrado fue el detonante de Fragilidad (Alfaguara), la segunda novela de Pablo Illanes (Santiago, Chile, 1973). "Quería aprovechar el ocio para ver mala televisión y leer pero la enfermedad y la inquietud que produce empezó a rondar mi cabeza; luego di con la agorafobia, una dolencia sin signos externos en la que el terror va por dentro", aseguró el escritor, que ha utilizado la enfermedad como metáfora política del Chile de los años ochenta.

Illanes pasó seis meses investigando la agorafobia, una enfermedad que, ateniéndose a los datos estadísticos, "ataca más a la mujer que al hombre". El relato que más le interesó fue el de Abby, una norteamericana de 68 años que ha colgado un diario en Internet donde relata paso a paso su experiencia para enfrentar la dolencia. La protagonista de Fragilidad, Montserrat Lecaros, tiene como lemas de su vida la moderación y el anonimato. Tras una interminable terapia para curar su agorafobia, en una exclusiva clínica de Nueva York, regresa a Santiago de Chile, su ciudad natal, donde descubrirá la cara oscura de su perfecta familia y con ella el alma de un país que empieza a enfrentarse a los errores del pasado y planta cara a la dictadura de Pinochet.

"La guerra más cruel es siempre entre mujeres y es más cruel todavía entre una madre y una hija". La cita de Sergi Belbel seguida de la de Scott Fitzgerald -"a los 18 años las convicciones son montañas desde las que miramos; a los 45 son cavernas en las que nos escondemos"- abren la novela Fragilidad y representan muy bien los dilemas a los que se enfrenta la protagonista.

Illanes nació el mismo año del golpe de Estado contra Allende. Buceando en su memoria se ve a sí mismo viendo en televisión los nuevos episodios de Dallas o Dinastía mientras en la calle se escuchaba el impacto de las bombas o los gritos de protesta contra la dictadura de Pinochet. Fue precisamente a la hora de narrar la historia oculta del Chile de los ochenta donde Illanes encontró más dificultades. "En la sociedad se palpaba una bipolarización muy fuerte; en muchos sectores se vivía una tensa calma, en la que apenas se hablaba de lo que pasaba en la calle", cuenta. Los hijos del Jaguar -a Chile se le conoció como "el jaguar de Latinoamérica" en los años de prosperidad económi-ca-, la generación que decidió romper la burbuja de cristal en la que vivía y dejar de mirar para otro lado, quedan retratados en la novela. "La mirada política del presente tampoco es fácil. Frente a la respuesta de la sociedad que parece dispuesta a denunciar los crímenes del pasado todavía nos despertamos con historias terribles vinculadas a la época de la dictadura. Hace unos pocos días un antiguo torturador se suicidó lanzándose al vacío desde una ventana. Estaba casado con una mujer cuyo hermano se cuenta entre los desaparecidos de la dictadura".

Pablo Illanes se gana la vida como autor de culebrones para una televisión chilena, ha dirigido cortos y escrito guiones. Fragilidad es su segunda novela, el género en el que mejor se mueve este joven escritor. "En la literatura disfruto de una libertad que no encuentro ni en el cine ni en la tele", añade.