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La condena a Cuba en la ONU desata otra crisis con Europa

La Habana rechaza la llegada de un relator de derechos humanos

Ocurrió lo que se veía venir. El voto europeo al lado de Estados Unidos contra Cuba en la Comisión de Derechos Humanos de la ONU ha dejado el incipiente proceso de normalización de relaciones entre Bruselas y La Habana al borde del precipicio. El canciller cubano, Felipe Pérez Roque, dijo ayer que el diálogo político con la UE está a punto de "naufragar", y responsabilizó de ello a los Veinticinco por su actitud "hipócrita" y "patética" al patrocinar la resolución norteamericana.

La condena al régimen cubano fue aprobada ayer en Ginebra por 21 votos a favor, 17 en contra y 15 abstenciones. Según Pérez Roque, Bruselas ha demostrado una vez más que no tiene política propia hacia la isla, y dijo que su "alineamiento con la política de hostilidad" de Washington cuestiona su voluntad de iniciar un diálogo verdadero y serio con Cuba. El canciller dijo más: Cuba podría considerar en junio, cuando la UE revisará su política de sanciones hacia la isla, suspendidas temporalmente, si vuelve a bloquear los contactos oficiales con las embajadas europeas en La Habana. Es decir, en el horizonte está la vuelta al enfrentamiento abierto.

Pérez Roque no ahorró descalificativos para la UE -"un gigante económico, pero un enano ético y moral"; "cómplice y segundón de EE UU", etcétera- y consideró que al votar junto a EE UU Bruselas "renuncia a sus propios intereses, se subordina a Estados Unidos y vuelve a elegir el camino de la confrontación en vez del diálogo". Sobre el futuro de las relaciones bilaterales, dijo el ministro: "Soy realista y confío en que Cuba seguirá adelante con o sin la UE".

El texto de la resolución aprobado ayer es de tono suave y ni siquiera condena al gobierno de Fidel Castro, sólo pide al Alto Comisionado para los Derechos Humanos que presente un informe sobre la situación de las libertades fundamentales en la isla y que el tema se mantenga en la agenda de la Comisión el año próximo. Sin embargo, dijo Roque, para Cuba es "inaceptable" y su Gobierno no piensa "moverse un milímetro" ni cooperar con Naciones Unidas en la realización del informe, ni aceptar la visita del representante del Alto Comisionado.

Cuba, anunció además el canciller, presentó ayer un proyecto de resolución en Ginebra que solicita al Gobierno de Estados Unidos que autorice una investigación independiente e imparcial sobre la situación en la prisión de Guantánamo y los casos de violaciones de derechos humanos que pueden haber sucedido en este territorio. Roque pidió oficialmente a la UE que patrocine dicho proyecto, considerando que, ya que se ha expresado sobre la situación de los derechos humanos en la mayor parte del territorio de la isla, ahora tiene la "oportunidad" de manifestarse sobre lo que sucede en los 117 kilómetros de extensión de la base naval norteamericana de Guantánamo, que también está en Cuba. Anoche Castro tenía previsto comparecer en televisión, y se esperaba que se pronunciara en términos duros sobre la UE.

El ministro cubano de Exteriores, Felipe Pérez Roque, en La Habana.
El ministro cubano de Exteriores, Felipe Pérez Roque, en La Habana.EFE
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