_
_
_
_

16 artistas proponen un ensayo visual sobre la movilidad contemporánea

La exposición de Fundación Telefónica trata el consumo, el paisaje, el paseo y las fronteras

La exposición Mira cómo se mueven. 4 ideas sobre movilidad, abierta ayer en la Fundación Telefónica, de Madrid (Gran Vía, 28, http://www. fundacion.telefonica.com, hasta el 22 de mayo), se ha convertido en un "ensayo visual", según la interpretación del comisario, Martí Peran, crítico y profesor de la Universidad de Barcelona. En lugar de detenerse en las obras de los 16 artistas, prefiere destacar "la experiencia contemporánea del movimiento, sujeta a diversas tensiones y realidades ajenas al tiempo histórico". Los proyectos hablan de consumo, paseo y fronteras.

El ensayo expositivo, según Martí Peran, se centra en presentar cuatro formatos distintos de movilidad contemporánea, en el escenario de la ciudad, los desplazamientos y el nomadismo. En el montaje se traslada a cuatro ejes temáticos, que empieza con Shopping dance, el flujo de individuos y capital en torno a la mercancía, aspectos que documenta en el texto del catálogo, junto al trabajo de cada artista.

La "gran coreografía del consumo", según el comisario, se abre con la instalación de Ester Partegàs, figuras pintadas sobre la pared, donde aparecen en cuatro pantallas los movimientos de un centro comercial, registrados por Penny Cain. Sobre la pared también ha intervenido Francesc Ruiz, con referencias reales y cotidianas de El Corte Inglés y el hotel Barcelona Sants, que aparecen en tiras con la estructura de los edificios, "un hormiguero como unos vasos comunicantes para cerrar el circuito de la sociedad", según el artista. Jordi Bernadó ha retratado paneles publicitarios que incitan al consumo cerca de las autopistas de Alcorcón (Madrid).

La segunda idea de movilidad es Roadscape, la conversión del paisaje tradicional en paisaje en movimiento. El comisario señala la desaparición de la idea tradicional del paisaje "como cuadro ventana, ver y soñar con un mundo quieto", que se ha convertido en un paisaje móvil en la era de los transportes, "que nos envuelve en un bucle infinito de movimientos". En esta zona se han situado el trabajo de N55 con un proceso en la Red (www.n55.dk/land.html) sobre espacios públicos, la casa móvil de R & Sie, que deforma en sus espejos la ciudad de París en un viaje por sus calles; las proyecciones de The Builders Association y Diller + Scofidio sobre el efecto de los viajes reales y virtuales, el teatro de sombras de Büro Kiefer, y la unidad móvil de Doménec a partir de la unidad de habitación de Le Corbusier.

En la parte superior de la sala aparecen los otros apartados, uno titulado Robert Walser, un guiño al escritor para tratar la experiencia del paseo, con las postales de Dominique González-Foerster y Dara Birnbaum, las fotos de la motocicleta amarilla de Gabriel Orozco en Berlín y la comunicación con los móviles del grupo Rotor. Bordeline se fija en los movimientos fronterizos, con los nómadas de la periferia de Atenas que reconstruye Maria Papadimitriou, los vídeos de calles y muro de Israel de Nathalie Kertesz y Ze'ev Maor, la estampida de un top manta de Alex Campoy y el mapa de la inmigración por el Estrecho de Multiplicity.

Una de las fotografías de Gabriel Orozco de su instalación <i>Hasta encontrar una Schwalbe amarilla</i> (1995).
Una de las fotografías de Gabriel Orozco de su instalación Hasta encontrar una Schwalbe amarilla (1995).
Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_