BLOC DE CAMPAÑA

- Algo se mueve. "Jefe. ¿Hay mus?", le dijo ayer el presidente del Senado y dirigente del PSE, Javier Rojo (en la foto), a Zapatero, antes del mitin. "Hay mus porque hay carta", le respondió Zapatero, aficionado a ese juego. No le desveló cuál era la carta, pero añadió: "Va a ir muy bien porque se ve que la gente quiere salir de esto". Una carta es la posible paz en Euskadi de la que los candidatos hablan como hace siete años, cuando la tregua de ETA. Zapatero ha movido el juego al decir este fin de semana que la paz está más cerca que nunca porque Euskadi ya no soporta el terrorismo, y al fijar el fin de ETA a medio plazo. Azkarraga (PNV-EA) dice que será la legislatura de la paz. Patxi Zabaleta, líder de Aralar, ha pedido a ETA una tregua ya. Y Otegi ha calificado a la izquierda abertzale de "Gerry Adams colectivo", aludiendo a que está por la paz. Otegi perdió su credibilidad con su actitud ante el fiasco de la tregua de ETA. Pese al escepticismo, todo el mundo dice en Euskadi que "algo se mueve".

- La misma técnica. Ibarretxe no habla de su plan en los mítines. Sólo pide el voto para "poder negociar y decidir". Obviedades díficiles de desmontar. Es la misma técnica electoral que tan buen resultado le dio hace cuatro años. Entonces no explicó el plan soberanista, que presentó dos años después.

Si se escucha a Ibarretxe nadie sabe qué hay que negociar y decidir. Quizás sea porque un 53% de los vascos, según Opina, quiere orillar su plan y está por una reforma del Estatuto partiendo de cero. Es muy probable que sea así porque los vascos saben que su plan, rechazado en las Cortes, es inviable. Lo que también explica el cansancio electoral.

- Ausencias y presencias. Ha sido el PSE quien ha exhibido hasta el momento las novedades más significativas en los mítines: los ex dirigentes del PNV Joseba Arregi y Emilio Guevara, cuyo peso en el nacionalismo fue muy relevante. Las bases socialistas ven bien estos apoyos, que dicen más que mil palabras del precio que tiene que pagar el PNV por su apuesta soberanista. Pero existe también en el PSE cierto malestar por el escaso papel que tienen en esta campaña importantes figuras del partido, como Ramón Jáuregui o Maite Pagazaurtundua.