Libros con vida propia
La editorial sevillana recrea en Internet las obras que publican
¿Quién no se ha imaginado alguna vez la cara de los protagonistas del libro que está leyendo? ¿O su forma de vestir, su casa y las calles por las que anda? A los creadores de la editorial La Máquina China les gusta decir que ellos no venden libros, sino sueños. Sus obras se compran en las librerías y se leen en papel, pero no acaban ahí. Todas tienen una continuación en Internet.
El lector con ganas de saber más puede entrar en cualquier momento en su página web (www.lamaquinachina.com) y adentrarse en la vida de todos los personajes, con qué cara los concibió el autor, qué día nacieron, dónde, cuáles son sus manías, sus gustos, sus defectos. Cuál era el contexto histórico y político en los años en los que discurre la novela, ver fotos y datos de las ciudades en las que se sitúa, saber cómo se vestía en esa época. Para meterse a fondo en el papel de los protagonistas, hay hasta patrones de su vestuario y recetas de alguno de los platos que come en el libro.
"Ahora cuando lees una novela histórica automáticamente tiendes a buscar documentación de la época en Internet. Nosotros damos eso y mucho más", explica José de la Rosa, un sevillano de 35 años que estudió Imagen y Sonido y acabó trabajando en editoriales. El año pasado decidió crear la suya propia junto a su amigo José Miguel Gallardo y en mayo de 2004 presentaron Alma, de Bel Francés, el primer libro editado por La Máquina China.
La obra cuenta "la historia de una mujer sin pasado que decide tomar las riendas de su futuro". Arranca el año de la Revolución Francesa y para situarnos, la web contextualiza: "1789: Muere el Papa Pío VI. Napoleón da el golpe de estado del 18 de brumario implantando el Triunvirato. Bernadotte es nombrado Ministro de la Guerra. Beethoven compone su primera sinfonía. Nuestros personajes se casan. Primera máquina de vapor en Berlín". El libro ha vendido ya el 85% de los 2.000 ejemplares que componían su primera edición y este año se publicará la segunda parte de la obra.
De la Rosa es, además de uno de los creadores de la empresa, el autor de Pequeña historia frívola de 1700, el segundo título de la editorial, un repaso al siglo XVIII bajo la caricaturesca pluma del ficticio marqués de Livonia. La historia se cuenta en papel a lo largo de 113 páginas, pero se extiende en la red. Retratos a carboncillo de cada personaje y un repaso a su vida con claves que a veces sirven para entender mejor el libro. Al marqués le encanta viajar y tiene dotes para la diplomacia, pero no soporta a los hombres obtusos y le cuesta adaptarse a los nuevos tiempos. Su ayudante de cámara, Pierre, aborrece ese minúsculo silloncito azul que el señor le obliga a transportar en cada mudanza, pero le consuela saber que el marqués, más que un ayudante doméstico, le considera un consejero. Por la red podemos también saber más sobre los secretos de la cocina de la época, de la que ya se da un avance en un anexo cuando acaba el libro de papel, donde se incluye la receta de la torta de chocolate con especias o de la cazuela de escalopes de pavo.
A través de la red, el lector puede incluso contactar directamente con el autor del libro para hacerle llegar sus comentarios o resolver alguna duda. Los promotores de la editorial cuentan con que en 2005 se publiquen al menos tres nuevos títulos de las tres líneas que tienen en marcha: la colección viaje a la historia, una serie de memorias de personajes célebres que nunca se han traducido al español y la mardecuentos, libros interactivos pensados para el público infantil.
"Estamos abiertos a recibir cualquier obra, aunque preferimos autores jóvenes y nóveles", dice De la Rosa. En el contrato que firman con la editorial, los autores se comprometen a ceder toda la documentación que han empleado para escribir la novela, con la que la editorial compone la página web. Además, durante un año, tiene que enviar artículos nuevos para añadir a la red, textos inéditos que no sean una mera continuación de la obra. La editorial se los compra mensualmente, lo que al autor le garantiza unos ingresos fijos durante 12 meses, al margen del porcentaje que le corresponde por venta de libros.
Entre los proyectos de sus promotores están la puesta en marcha de talleres de animación a la lectura para adolescentes o las tiendas de la Máquina China, comercios dedicados al libro y a lectura, situados en zonas principales de las grandes ciudades, en los que se podrá encontrar desde un desayuno, a un espacio para leer y crear, además de artículos para escritores, objetos personalizados de papelería y merchandising de la editorial.
Idea muy premiada
Desde que pusieron en marcha su idea, uno de los empeños de José de la Rosa y José Miguel Gallardo ha sido demostrar la cultura "no tiene por qué ser un sector inmovilista, sino que también es capaz de implicarse de una forma innovadora en el desarrollo empresarial y económico". La iniciativa ha recibido el aplauso de las administraciones y del sector empresarial. En su primer año de vida, la editorial ha sido incluida en el programa Sevilla Emprendedora del Ayuntamiento hispalense, ha recibido la catalogación como empresa I+E de la Consejería de Empleo de la Junta y ha quedado finalista regional de los premios de los emprendedores europeos Eurowards. En la muestra Expoemprende 2005, que se celebró en marzo en el Palacio de Exposiciones y Congresos de Sevilla, La Máquina China recibió el tercer premio Emprende 2004 a la Mejor Idea de Negocio, un reconocimiento que otorga la patronal andaluza CEA.
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