Bush declara que el ejemplo del Pontífice refuerza su fe

"Yo sabía que la ceremonia de Roma iba a ser majestuosa, pero no tenía idea de cuánto me emocionaría el ritual en sí. Me ha sorprendido la nitidez del sonido en esa enorme estructura. Parecía que estaba en el interior de la catedral, las voces eran tan puras...". Con estas palabras, el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, describió a algunos periodistas sus impresiones sobre el funeral de Juan Pablo II. La conversación tuvo lugar en el avión presidencial, el Air Force One, de vuelta a Estados Unidos.

"Estoy feliz de haber participado en los funerales: no he dudado ni un instante en hacerlo. Será uno de los momentos más importantes de mi presidencia", dijo Bush. Horas más tarde, en un discurso en la radio, el presidente añadió que "muchos en Occidente subestimaron la influencia del Papa. Los que vivían al otro lado de la cortina de hierro lo entendieron mejor, y al final ni siquiera el muro de Berlín pudo resistir a su fuerza. Juan Pablo II enseñó a los dirigentes comunistas que la verdad moral tiene una fuerza mayor que los ejércitos y las policías secretas".

En la entrevista, Bush se declaró impresionado por "la reacción de la gente, la cantidad de banderas polacas, los gritos y las pancartas que pedían santificar de inmediato al Papa y por "la sencillez del féretro".

"Creo que el ejemplo de Juan Pablo II servirá. Será algo que reforzará mi fe. La forma en la que mantuvo una actitud tan confiada, optimista y clara ante las dificultades es un ejemplo de la influencia de Cristo en la vida de una persona. No me concierne sólo a mí, sino a millones de personas cuyas vidas han sido influenciadas". Luego, refiriéndose a una declaración de Bill Clinton que definía al Papa como un gran hombre que deja una herencia heterogénea, Bush opinó que "Juan Pablo II deja una clara y excelente herencia de paz, piedad y límpido ejemplo moral".