Los productores lácteos vacían una cisterna con 15.000 litros de leche ante la planta de Ato en Vidreres

Las movilizaciones promovidas por el sindicato Unió de Pagesos (UP) para conseguir que los ganaderos catalanes obtengan un "precio justo" por la leche que venden a las industrias lácteas continuaron ayer ante las plantas de Danone, en Parets del Vallès (Vallès Occidental), y Ato-Peñasanta, en Vidreres (Selva). En esta última, un camión cisterna cargado con 15.000 litros de leche procedente de una explotación gerundense vació su contenido ante la entrada de la fábrica. El coordinador nacional de Unió de Pagesos, Joan Caball, dijo que se trataba de una acción motivada por la negativa de la planta de Ato a admitir la leche que le llevaban los ganaderos.

A pesar de que los ganaderos desbloquearon ayer los accesos a todas las empresas lácteas, continuaron concentrados ante las plantas de Parets del Vallès y Vidreres.

Las asambleas de UP celebradas ayer rechazaron la propuesta de las industrias lácteas realizada en la mesa sectorial. Esta propuesta, según el sindicato agrario, no constituiría una subida efectiva del precio por litro y situaría la media de este año por debajo de la de 2004. Los ganaderos sostienen que existen empresas dispuestas a aceptar sus reclamaciones, aunque la presión de las grandes industrias las fuerza a seguir la política de incrementar los márgenes de beneficio a costa de los ganaderos.

Josep Antoni Sellés, presidente de la patronal Industrias Lácteas, se mostró ayer "sorprendido" por la actitud de los ganaderos concentrados en Vidreres. "Sabemos que Unió de Pagesos comunicó al Departamento de Agricultura que a las 14.30 de hoy [ayer para el lector] ordenaría que se levantara el boicoteo ante las plantas lecheras para dejar paso a los camiones cisterna. No sabemos por qué no se ha obedecido la orden en Vidreres", dijo Sellés. "Las industrias no están recogiendo la leche porque no pueden", agregó.

El representante de la patronal reclamó al Departamento de Agricultura "protección" para "los centenares de ganaderos con explotaciones lecheras que quieren entregar su leche y que no pueden". Sellés consideró que las movilizaciones "comienzan a ser un problema de orden público", aunque descartó la idea de enviar fuerzas de seguridad.

Los ganaderos de las grandes explotaciones se encontrarán con dificultades para deshacerse de la leche si el conflicto continúa, ya que no pueden dejar de ordeñar a sus vacas. Arrojarla directamente a los desagües constituiría un delito ecológico. Unió de Pagesos no descarta repartir leche a los ciudadanos.

El sindicato Jóvenes Agricultores y Ganaderos de Cataluña (JARC) señaló respecto a las protestas convocadas por Unió de Pagesos ante las fábricas de leche: "Nos juegan una mala pasada y no nos solucionan el problema, porque al no poder entregar leche hemos tenido incluso que tirar tanques llenos".