La Zona Franca disolverá Rilco, se desprenderá de Quality Food y pide créditos para evitar la quiebra

El pleno de la Zona Franca de Cádiz decidió ayer que el comité ejecutivo autorice al consorcio para que se desprenda de la Red Iberoamericana de Logística y Comercio (Rilco) y de Quality Food, dos empresas en las que participa y que están siendo investigadas por presuntos delitos de fraude, apropiación indebida y prevaricación. Son dos de las nueve medidas previstas para sanear las arcas de esta entidad, sumida en una profunda crisis por la deuda acumulada por fallidas operaciones durante la gestión de los anteriores delegados del PP Manuel Rodríguez de Castro y Miguel Osuna.

La Zona Franca de Cádiz ha perdido un mínimo de 30 millones de euros por la gestión del PP entre 1996 y 2004. Este dinero "irrecuperable" es achacable fundamentalmente a Rilco y a Quality Food. El Congreso de los Diputados pidió hace un mes, con la abstención del PP, que el Tribunal de Cuentas investigue algunas operaciones "deficitarias" para las arcas de la Zona Franca por parte de estas dos sociedades. Son los polémicos contratos millonarios que suscribió Rilco con Miami Free Zona y Telvent Interactiva. Estas dos sociedades ingresaron casi siete millones de euros para crear una red informática de comercio que, según los técnicos de la Zona Franca, "no existe y no llegó a funcionar nunca".

Un reciente peritaje de un departamento de la Universidad de Sevilla cifra en apenas dos millones de euros el material informático recibido por el recinto fiscal, esto es, cinco millones menos de los que pagó.

Informes

El PP rechazó este informe porque, en su opinión, "carece de toda credibilidad y solvencia" al ser encargado personalmente por De Mier. "Hay un principio básico en derecho que es que no se puede ser juez y parte a la vez", dijo ayer el consejero del PP en la Zona Franca y teniente alcalde de Fomento del Ayuntamiento de Cádiz, Ignacio Romaní, quien pidió al pleno, sin éxito, que la Zona Franca encargue dos auditorías "independientes"

Asimismo, el Tribunal de Cuentas analizará toda la gestión de Quality Food, una empresa de alimentación y catering, que ha sido objeto de numerosas denuncias de irregularidades. La Zona Franca ha gastado ya casi 30 millones de euros en esta empresa, de los que el delegado socialista espera recuperar "un mínimo de 12 millones".

Para desvincularse de estas dos empresas, las más cuestionadas y polémicas de la Zona Franca, el pleno aprobó dos medidas. El delegado propone liquidar directamente Rilco porque "sólo" acumula gastos y no ha gestionado ninguna operación comercial en los últimos años. Además, recuerda que el anterior delegado Manuel Rodríguez de Castro, del PP, se valió de esta sociedad para efectuar numerosos viajes y gastos que luego no justificó ante el Tribunal de Cuentas.

Respecto a Quality, José de Mier logró que el pleno le autorice a dividir la sociedad en tres empresas para poder enajenarlas a otras entidades nacionales que se han interesado ya en adquirir las instalaciones y la producción de esta entidad alimenticia, sin menoscabo de asumir la plantilla, de casi 500 trabajadores, de esta sociedad.

25 millones

Con estas dos medidas y otras, entre las que está pedir un préstamo de 25 millones de euros, el delegado espera "reflotar" la maltrecha economía de la Zona Franca, que puede acumular una deuda de 75 millones de euros si no se adoptan decisiones urgentes.

En el pleno, el delegado socialista aceptó las recomendaciones del Tribunal de Cuentas dirigidas a "reforzar" los sistemas de control internos "para evitar la reiteración de las irregularidades detectadas" y a "revisar" las competencias del delegado de la Zona Franca en la contratación obras, publicidad y trabajos externos.

Así las cosas, el pleno acordó quitar competencias y poder en el Consorcio al delegado José de Mier con la premisa de que las grandes decisiones no sean unipersonales sino mediante votación en los plenos.