Rato urge a Zapatero a reformar el mercado laboral y las pensiones

El director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Rodrigo Rato, urgió al Gobierno español a embarcarse en la reforma del mercado laboral y de las pensiones durante la reunión que ayer mantuvo en el palacio de La Moncloa con el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero. La visita, a la que seguirá otra con las autoridades francesas, se enmarca en un programa más amplio de viajes y reuniones en las que el FMI intenta persuadir a diferentes Gobiernos para que aprovechen la recuperación económica a fin de profundizar en las reformas.

La reunión entre Rodrigo Rato y el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, es la primera que tiene lugar desde que el ex ministro de Economía durante los mandatos del Partido Popular asumió el cargo de director gerente del FMI, en junio de 2004. El encuentro, en el que participaron el ministro de Economía y vicepresidente, Pedro Solbes, y el director de la Oficina Económica del Presidente, Miguel Sebastián, superó la hora de duración. Rato, según las fuentes consultadas, expuso sucintamente las grandes líneas sobre la situación económica mundial.

El FMI, señaló, cree que es necesario aprovechar la fase actual de recuperación para profundizar en las grandes reformas. Rato enumeró esas reformas: mantener la política de equilibrio presupuestario, atajar la subida de los costes laborales unitarios mediante una reforma que reduzca o elimine la rigidez del mercado laboral y abordar la reforma de las pensiones a fin de anticiparse a la dificultades de financiación que sufrirán como consecuencia del acelerado envejecimiento de la población.

Peticiones conocidas

El director gerente también expresó la preocupación del FMI por la evolución del déficit comercial español, que ya se eleva al 5% del producto interior bruto (PIB).

La mayor parte de estas recomendaciones han sido cursadas varias veces al Ejecutivo español en los últimos años, incluso cuando Rato era ministro de Economía y vicepresidente con José María Aznar. Recientemente, en el mes de febrero, estos asuntos fueron incluidos en el memorándum redactado tras la visita anual de una misión técnica del FMI a España.

En relación con la reforma del mercado laboral, el documento señalaba que el FMI es "partidario de aumentar la flexibilidad de los contratos indefinidos para reducir la temporalidad y reformar el sistema de negociación colectiva hacia un sistema que tenga más en cuenta la productividad".

Sobre el sistema de pensiones, señalaba, "hay que alargar la edad de jubilación y mejorar la contributividad (aumentar el periodo de cálculo de la prestación)". En materia fiscal, el FMI animaba al Gobierno a ir más allá en el objetivo de superávit presupuestario para 2005, sobre todo mediante una contención del gasto público, y advertía sobre la necesidad de reforzar la vigilancia sobre el déficit de las comunidad autónomas.

Rato, según fuentes consultadas, tiene la esperanza de que una actividad "militante" del director gerente del FMI a favor de estas reformas puede despertar de su letargo y conducta acomodaticia a los gobiernos.

Precisamente ha sido la escenificación de la primera visita lo que ha llamado la atención en fuentes gubernamentales consultadas por éste periódico, algo que es realzado por la procedencia de Rato, esto es, España, y sus ocho años al frente de los asuntos económicos españoles.

En fuentes bancarias se señala que el desbordamiento del déficit exterior es un hecho que motiva preocupación en el FMI y que quizás haya sido el "gatillo" que ha llevado a plantear directamente los problemas.

Por su parte, el vicepresidente y ministro de Economía, Pedro Solbes, admitió que la situación del déficit exterior español es "preocupante". El ministro lo achacó a la baja productividad, uno de los "puntos débiles" de la economía española. Otro de los factores que afectan negativamente al déficit exterior, según Solbes, es el estancamiento del turismo. "No es un problema sólo del Gobierno, sino de toda la sociedad", alertó Solbes.

A su juicio, el Gobierno está acometiendo reformas económicas "muy ambiciosas" que eran necesarias para introducir más "raciocinio". Solbes auguró que el crecimiento español en 2005 podría ser del 3%, "pues hay suficientes perspectivas favorables".