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Zúrich narra la vida del escritor en una exposición

El Museo Strauhof de Zúrich ha inaugurado hace unos días una exposición sobre el autor de Masa y poder que celebra el centenario del nacimiento del premio Nobel, y que posteriormente se verá en España.

Roman Hess, director del museo, ha subrayado la fuerte influencia que la cultura ibérica tuvo en la vida y en la obra de este judío nacido en Bulgaria, y que siempre escribió en la lengua de Goethe.

Ubicado en el centro financiero de Zúrich, el Museo Strauhof presenta una muestra muy variada sobre las diversas facetas de Canetti. Fotografías, cintas, libros, manuscritos y objetos del escritor forman parte del tesoro cultural que diferentes instituciones han reunido. Una de las principales organizaciones participantes es la Biblioteca Cantonal y Universitaria de Zúrich, a la que Canetti donó toda su biblioteca y manuscritos.

En el primer piso de la muestra, una magnífica colección de fotografías reconstruye los diferentes momentos de la vida del Nobel. Su familia es intensamente puesta de relieve. Hay imágenes de Sofía, Viena, Manchester, Francfort, Zúrich y Londres. Una cinta se exhibe en una de las salas del museo con el fin de explicar con detalle la biografía y el pensamiento de Canetti. En otra de las secciones se presentan algunos de los libros originales, entre ellos Masa y poder, Auto de fe e Historia de juventud.

En el segundo piso se encuentran las tres piezas dramáticas del escritor y una serie de manuscritos inéditos. "Desafortunadamente, no hemos podido presentar nada relacionado con su correspondencia privada, dado que Canetti dejó bien claro que no quería que se viera hasta 30 años después de su muerte, o sea, hasta el año 2024", advierte Hess.

El director describe al Elías Canetti políglota: hablaba el español aprendido en el seno de su familia judía sefardí -sus padres italianizaron su apellido original, Cañete, a su paso por Venecia-, aprendió inglés en Londres, donde se exilió en 1938, obligado por los nazis, y su paso por París y Lausana le permitió aprender francés. Pero sólo escribía en alemán, su "verdadera lengua materna", aprendida a los ocho años.

Entre 1916 y 1921, Canetti se estableció en Zúrich, buscando el "paraíso perdido" en su adolescencia. En esta ciudad suiza trabajó los últimos años de su vida y sus restos reposan en el cementerio de Fluntern, al lado de los de James Joyce.

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