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Las obras de la M-30 junto al Manzanares comenzarán en abril

El Ayuntamiento adjudica el proyecto a cinco empresas por 1.245 millones de euros

Las obras de soterramiento de seis kilómetros de M-30 bajo las márgenes del Manzanares, el proyecto más emblemático de los previstos por el Ayuntamiento en esta carretera, comenzarán en abril y costarán 1.245 millones. La empresa municipal Madrid Calle 30 adjudicó ayer los trabajos a cinco grandes empresas. La reforma, que liberará 50 hectáreas de suelo para crear una "alfombra verde" junto al río, incluye el soterramiento de la avenida de Portugal.

El proyecto de soterramiento de la M-30 en parte de su tramo oeste, junto al Manzanares, es el único que quedaba por adjudicar de las 15 actuaciones previstas por la Concejalía de Urbanismo -exceptuando otra de las fundamentales, el by-pass o túnel norte, que el gobierno municipal ha renunciado a hacer en este mandato-. El vicealcalde, Manuel Cobo, explicó ayer que "la complejidad" de esta obra aconsejaba "limitar el alcance de cada contrato a tramos concretos que puedan ser afrontados por los adjudicatarios con las máximas garantías de calidad, funcionalidad, seguridad y plazo".

Así, cada empresa constructora se hará cargo de un solo tramo, y la Concejalía de Urbanismo las coordinará a todas, entre otras cosas para "garantizar la movilidad" en la zona. Porque la afección al tráfico, según admitió Cobo, "existirá". "Pero merecerá la pena", agregó.

El plazo de esta macroobra es de 24 meses. Si se cumple, el alcalde Alberto Ruiz-Gallardón podrá inaugurar, justo antes de las elecciones municipales de 2007, una gran "alfombra verde" que permitirá llegar caminando desde la plaza de Oriente hasta la Casa de Campo. La M-30 -que ganará un carril por sentido en este tramo, de tres a cuatro- quedará soterrada en un túnel de seis kilómetros entre el paseo del Marqués de Monistrol y el futuro by-pass sur, también en construcción. Esos dos túneles estarán conectados, de modo que un conductor podrá entrar en el subsuelo a la altura del nudo de la carretera de Valencia y salir a la superficie en el paseo del Marqués de Monistrol.

Ese larguísimo túnel sólo quedará interrumpido en un pequeño tramo de unos 300 metros, donde el tráfico discurrirá semienterrado pero a cielo abierto: será a su paso junto al estadio de fútbol Vicente Calderón. Los técnicos han concluido que allí no se puede horadar el subsuelo porque chocarían con los fuertes cimientos del estadio.

Puentes históricos

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No habrá problemas, sin embargo, para pasar bajo los puentes de Segovia y de Toledo (construidos el primero en 1588 y el segundo en 1724). En el primer caso, el túnel discurrirá justo bajo uno de los pilares que sostienen el puente (ver gráfico). Los técnicos aseguran que eso no supone ningún peligro porque los pilares han sido reforzados tras las recomendaciones hechas por la Dirección General de Patrimonio de la Comunidad. En el puente de Toledo el tráfico seguirá pasando por donde siempre (entre los arcos), con la diferencia de que irá bajo tierra.

El soterramiento de la avenida de Portugal dará lugar a otro túnel, éste de 1.300 metros, sobre el que se hará un bulevar y, a los lados, sendas calzadas con dos carriles de circulación y uno de aparcamiento. Habrá dos glorietas reguladas por semáforos, una para acceder a los recintos feriales y otra en el cruce con la plaza del Ángel. Eso "permitirá el tráfico de peatones en superficie y hará posible la recuperación de la avenida de Portugal como vía urbana".

El proyecto incluye, por último, la renovación de los colectores de agua, a los que se dará más capacidad para evitar vertidos al río.

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